Finalmente Javier Milei postergó hasta nuevo aviso la reunión que tenía programada para esta tarde con el jefe de Gabinete Guillermo Francos y con Federico Sturzenegger para escenificar el ingreso del asesor del Presidente en el Gobierno.
El arquitecto del mega-DNU ocupará un ministerio o una secretaría con rango ministerial que dependería directamente del jefe de Estado. El vocero presidencial Manuel Adorni había adelantado su incorporación al equipo de ministros en la misma semana en la que Francos fue ascendido para cubrir la vacante que dejó Nicolás Posse.
En la mesa chica de Milei destacaban por esos días que el presidente Banco Central durante la presidencia de Mauricio Macri se desempeñaría como un virtual ministro de Modernización o de desregulación del Estado y comparaban su rol con el que ocupó Andrés Ibarra en la gestión de Cambiemos.
Si Sturzenegger no se queda con un ministerio encabezará una secretaría con rango ministerial que dependería directamente de Presidencia, igual que Legal y Técnica, Prensa y la secretaría general a cargo de Karina Milei.
Sturzenegger absorbería en principio la secretaría de Transformación del Estado y función Pública que hasta el momento dependía de jefatura de Gabinete. Los funcionarios que más escucha el Presidente hablan de barrer con 80 dependencias públicas. Esa tarea podría quedar para el economista en lugar del ministro coordinador.
“Sturzenegger va a estar en la desregulación del Estado. Va a convivir con Caputo», le dijo el Presidente a TN durante la entrevista que grabó por la tarde en Casa Rosada y que fue uno de los motivos a postergar la reunión programada con el flamante funcionario y el jefe de Gabinete.
La mención al ministro de Economía -que Milei califica como un rockstar– no es casual. Los dos economistas mantienen una relación fría y tirante desde la gestión de Mauricio Macri cuando “Toto” ocupaba la secretaría de Finanzas y “Sturze” presidía la autoridad monetaria del país que finalmente terminaría ocupando Caputo.
“Yo hago la desregulación, los temas de la macro son para el ministro (Luis Caputo)”, dijo Sturzenegger días atrás, durante una conferencia en el Hotel Hilton para apaciguar la interna.
Los cortocircuitos entre ambos persistieron durante la gestión de Milei. Caputo fue uno de los principales promotores de la marcha atrás con los aumentos de las prepagas (que quedaron desregulados por el DNU 70) mientras Sturzenegger argumentaba en televisión que los precios debían sincerarse.
Las empresas públicas no quedarían finalmente bajo la órbita del “coloso” como el Presidente suele definir al profesor de la universidad de Harvard. Pasarían, en cambio, casi en su totalidad, al ministerio de Economía.
En los últimos días también circuló que Sturzenegger podía quedarse con la secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que todavía administra el jefe de Gabinete. En la Rosada lo ponen en duda.
El economista no pide permiso para tuitear y después de la aprobación de la ley de Bases cuestionó el rol de la oposición. “Tenemos un Congreso con propuestas infantiles y un presidente adulto”, escribió en X.
Cerca del Presidente insistieron este miércoles con la idea de que Caputo podría dejar su cargo cuando cumpla con sus objetivos, una versión que se escucha desde diciembre. La salida del cepo es una de las metas. “No falta mucho”, señaló Manuel Adorni el día en que el blue alcanzó su máximo valor nominal histórico.
Sturzenegger pasó este miércoles por el despacho que ocupa en en la Rosada que mira hacia la Plaza de Mayo y se retiró a las 17, cuando el Presidente terminaba de grabar su entrevista. Si el jefe de Estado no lo pone en funciones antes del jueves a las 19, cuando comenzará su octavo viaje al extranjero durante su mandato, deberá esperar a su regreso para el lunes
A esa hora Francos terminaba una reunión en su oficina con el gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal, cuyos senadores votaron en contra de la ley pero brindaron un servicio fundamental al oficialismo al retirarse de la votación en particular.
El jefe de Gabinete, que mantiene el control de las negociaciones políticas del Ejecutivo, había mantenido una reunión similar con el gobernador de Misiones Hugo Passalacqua, otro de los mandatarios provinciales que puso a sus legisladores al servicio del oficialismo bajo el lema que promueve su jefe político Carlos Rovira: “Gobernabilidad con gobernabilidad se paga”.
En ambos casos, Francos firmó convenios para transferir obras nacionales a las provincias que habían quedado paralizadas, tal como había hecho con Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Salta y Tucumán.
El Ejecutivo, sin embargo, también aporta financiamiento a algunas de esas obras, un detalle que suele omitir en el relato. Vidal, por ejemplo, se llevó la garantía de la reactivación de la Autovia Rada Tilly – Caleta Olivia, más el mantenimiento de la Ruta Nacional 3 entre el límite con Chubut y Caleta Olivia y fondos para una planta de tratamiento de efluentes cloacales.