De pronto, el triunfo de Marine le Pen en Francia este domingo expuso las diferencias del club de la extrema derecha, donde Javier Milei es una rara avis, con vínculos en muchos casos más motivados por su afinidad emocional que por una sintonía ideológica
El Presidente planea viajar a fines de julio a una Francia en plena ebullición electoral. Asistirá a la apertura de los Juegos Olímpicos de París, el 26 de julio e irá al encuentro de un Emmanuel Macron golpeado por el crecimiento de la fuerza de Marine Le Pen, con la que se podría pensar una relación natural con el libertario. En cambio, reconocen en Buenos Aires, no solo no lo es sino por ahora no tienen química.
El caso de Milei ante Macron y Le Pen es inverso a de los vínculos que tiene el Presidente argentino hasta el momento. En Francia, mantiene relaciones con el jefe de Estado y no con quien integra el club de las “nuevas derechas” como le gusta definirlas al libertario, quien consideró que su figura fue muy importante para el avance electoral de estas fuerzas en las elecciones parlamentarias europeas del 9 de julio pasado.
Javier Milei con el líder de Vox, Santiago Abascal en el festival Europa Viva24. En ese viaje de mayo, estaba en plena pelea con Pedro Sánchez. Foto. EFE.Para el caso, en España, es a la inversa. Mantiene relaciones con Santiago Abascal, de la fuerza de ultraderecha Vox y ahora con Isabel Diaz Ayuso, del Partido Popular, y no con el jefe de Gobierno, Pedro Sánchez. Lo mismo ocurre en Brasil, donde rechaza vincularse con Lula da Silva y mantiene una amistad con el ex presidente Jair Bolsonaro y con su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro.
Javier Milei compartió con Marine Le Pen el gran lanzamiento de la fuerza de Abascal en Madrid durante el festival Europa Viva24, pero entre ellos no floreció una relación. Más aún, los influencers de la derecha española contaron que el discurso de Milei contra el Estado en el acto de Vox del 19 de mayo generó una “incomodidad” tal en Le Pen que se la vio aplaudiendo lo mínimo e indispensable.
«Marine Le Pen se levantó a mitad del discurso de Milei y se marchó, y lo hizo como un gesto de agravio hacia Milei», dijo el reconocido economista y profesor Juan Ramón Rallo, quien aseguró que «lo hizo porque no le gustaba en absoluto el discurso», según contó.
Más allá de las impresiones libertarias, la internacional de la extrema derecha encuentra al presidente argentino en un mar de inmensas diferencias.
Le Pen y Milei tienen pensamientos muy distintos en lo que hace a la economía. El argentino Milei aboga por una economía de libre mercado y una extrema reducción estatal mientras, que, por el contrario, Le Pen defiende políticas proteccionistas y de intervención del Estado en la economía. Y propone más proteccionismo económico para las empresas francesas.
El corazón libertario de Milei defiende la libertad individual por encima de las personas aunque a su alrededor se imponen valores ultraconservadores como se vio en la postura argentina durante la reciente Asamblea General de la OEA, realizada en Paraguay. Le Pen, aunque se moderó para ganar en el electorado, fue siempre más conservadora y tradicionalista.