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30 octubre, 2024

Los laboristas británicos dijeron que si llegan al Gobierno seguirán sin negociar la soberanía sobre las Malvinas

El laborismo británico adelantó que si son gobierno no van a negociar con Javier Milei la soberanía de las Islas Malvinas. El Secretario Asuntos Exteriores en las sombras David Lammy -así se lo conoce- contestó con un rotundo “no” a la pregunta de la prensa en Londres sobre si un Gobierno liderado Keir Starmer estaría dispuesto a negociar con el presidente argentino Javier Milei la soberanía sobre las islas Malvinas. El laborista Starmer es el favorito a ganarle -y por lejos- al primer ministro conservador Rishi Sunak, en los elecciones de este jueves 4 de julio.

En ese encuentro con la prensa, Lammy, quien si Starmer gana posiblemente será el jefe de la diplomacia británica -por eso lo llaman Secretario de Asuntos Exteriores en las sombras- se limitó a señalar que quiere un “diálogo” con Argentina en temas de interés bilateral. En ese sentido, dijo que buscará recomponer la relación de su país con la Unión Europea (UE), dañada por el Brexit; continuar con la negociación sobre Gibraltar y abordar los desafíos globales, entre otras cuestiones.

El ajetreo económico de la Argentina y las peleas presidenciales con la región, que siempre brindó apoyo incondicional al reclamo de soberanía de las Malvinas, están opacando hechos importantes.

Por un lado, el comienzo de la lenta despedida que empieza ahora la embajadora británica en Buenos Aires, Kisrty Hayes. Porque si bien no se irá ahora, ya tiene sucesor: el diplomático David Cairns, quien viene de trabajar en el sector privado energético con Equinor. Cairns acaba de ser nombrado futuro embajador del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ante la Argentina.

David Cairns, futuro embajador del Reino Unido ante la Argentina. Llegará en un año en reemplazo de la embajadora Kirsty HayesDavid Cairns, futuro embajador del Reino Unido ante la Argentina. Llegará en un año en reemplazo de la embajadora Kirsty HayesEn lo económico, la Argentina y Reino Unido intentan entenderse. Recientemente una delegación de más de 20 empresas tecnológicas argentinas viajó a la London Tech Week. Fue un verdadero récord de participación y muestra el costado positivo de una relación que va y viene a raíz del conflicto por las Malvinas pero también por los reiterados cambios políticos en la Argentina.

Mientras el gobierno kirchnerista cometió graves errores por el exceso de conflictividad, ahora hay una muestra tibia de interés en el tema.

El senador nacional por Tierra del Fuego, Pablo Blanco, dio cuenta este lunes de que el Gobierno había hecho desaparecer el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que se creó por la Ley 27.558. Lo había creado la gestión de Alberto Fernández. Blanco presentó un proyecto para instar al Poder Ejecutivo a constituirlo ya.

“El organismo celebró su primera reunión de trabajo el 6 de noviembre de 2020, y desde entonces venía manteniendo regulares encuentros de trabajo hasta el cambio de gobierno. Desde entonces esta herramienta institucional de gran importancia para el delineamiento de nuestras políticas soberanas en el extremo sur del país ha quedado en suspenso o en el olvido. Nuestros intereses soberanos no pueden quedar entre paréntesis en el marco de un escenario de política internacional que mira cada vez con mayor interés a esta zona que nos pertenece”, expresó el senador fueguino.

Mientras tanto, británicos e isleños, que construyen un importante nuevo puerto en la capital de las Malvinas, dieron un importante paso de la mano de Israel, curiosamente aliado de Argentina, en materia de exploración petrolera.

Según informó el diario Sunday Telegraph el consejo ejecutivo está en consultas con los isleños sobre si respaldaban el plan para extraer hasta 500 millones de barriles de petróleo del campo Sea Lion, a 240 kilómetros al norte de las islas.

Ocurre que Navitas Petroleum, que es una empresa israelí, compró la mayoría de los derechos del campo, y ello significa que la mayor parte de las ganancias irían a sus accionistas en Israel y EE.UU. con Argentina fuera de toda jurisdicción.

El problema con esta exploración y futura explotación es de indole medioambiental. Sunday Telegraph estima que la explotación del campo podría ser difícil políticamente para el Reino Unido por la emisión de carbono.

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