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27 diciembre, 2024

Travis Scott dio un show de pasión y comunión para sus fans argentinos y estrellas como Duki, Bizarrap y Nicki Nicole estuvieron allí para contarlo

Luego del bautismo local que supuso su actuación en carácter de headliner del Primavera Sound de 2022, el houstoniano Travis Scott pisó nuevamente Buenos Aires, esta vez a cargo de su primer show propio. Su concierto en el porteño Movistar Arena se anunció con relativamente poca anticipación y la reacción ante la venta de entradas fue vertiginosa, en pocas horas se colgó el cartel de todo vendido, a pesar de unos precios que no eran para cualquiera.

Lunes de garúa pre primaveral y en las inmediaciones del Movistar Arena la expectativa es inmensa. Las largas colas para acceder a los distintos sectores se desarrollan sin inconvenientes. Grupos de amigos en una franja etaria de 15 a 25 comentan los detalles de las actuaciones de Travis Scott en los conciertos de esta gira, comparan discos y se tientan con el atractivo merchandising no oficial del show.

21:20hs. El Arena está prácticamente colmado y teniendo en cuenta que el show debiera haber comenzado a las 21hs, el público no logra esconder su ansiedad y al mejor estilo años ’90, los del campo se divierten provocando a los de la platea, mientras poguean sin música.

No hay quien se resista a la presencia de Scott en cuanto toma el escenario y para colmo lo primero que dice es que Argentina es uno de sus lugares motherfucking favoritos en el mundo. Luego de semejante y ruda declaración de amor arremete con Modern Jam y el Arena se calienta literal (gracias a las llamaradas que reinan la escena) y figurativamente.

El público como protagonista

Travis cumple varios sueños del pibe al invitar a las tablas a un afortunado puñado de integrantes del público, detalle que tuvo en Chile hace unos pocos días, pero que no suele ser común en sus giras.

Travis Scott, en su visita a la Argentina en 2022. Foto: Archivo Clarín/ Martín Bonetto Travis Scott, en su visita a la Argentina en 2022. Foto: Archivo Clarín/ Martín Bonetto Los pibes y pibas devienen en protagonistas y se comen el show junto a la estrella. Es que la música de Scott -a la que podemos definir como trap, pero no sólo eso- en vivo deja de lado la histeria, prescinde de la distancia a través de unos graves que parecieran formar un manto sónico que abraza a todos en comunidad.

A pesar de que la asistencia es de más de 15.000 personas, Scott logra lo que muchas veces diferencia un show bueno de uno no tanto: generar cercanía, hacer sentir al público parte de algo que los incluye al cien por ciento.

Al igual que en su show de 2022 y más allá de que las visuales y el sonido en sí sean de calidad intachable, el poder del vivo del oriundo de Texas recae en el valor de la conexión humana.

Un escenario que serpentea a lo largo del campo es parte fundamental para que la energía retroalimentada entre Scott -y su compañero de ruta el DJ y productor Chase B- y sus fans nunca pare de crecer.

Se suceden los hits y el público corea Highest in the Room como si todos hubieran nacido en Atlanta. En Circus Maximus, tema que da nombre a la gira y extra popular colaboración con The Weeknd, dos simpáticos gorilas se contonean psicodélicamente por el extenso escenario.

En Mafia baja la intensidad, la base hace de mantra contemplativo y el cantante conecta con su fandom desde un lugar ligeramente más reflexivo.

En todo momento el mencionado grupio de fans desgañita sus voces acompañando las rimas del MC, dejando la vida en cada estrofa. Así como los shows de Cypress Hill, Body Count pero sobre todo el de Beastie Boys en Obras en los ’90 abrieron un portal inabarcable marcaron la vida de miles, hoy en el Arena de Villa Crespo se escribió una intensa página generacional.

Ante la atenta mirada de la creme del urbano local -Milo J, Lit Killah, Duki, Bizarrap, Nicki Nicole, Emilia, Cazzu y otros siguieron el show desde la platea-, Scott dio una muestra perfecta de la morfología sonora del trap, americanísimo género que basa su identidad en la exageración: tanto graves como agudos juegan en sus límites dando forma a una música tan directa como visceral.

Travis Scott conectó muy bien con el público argentino. Foto: Archivo Clarín/ Martín BonettoTravis Scott conectó muy bien con el público argentino. Foto: Archivo Clarín/ Martín BonettoEl momento de mayor intensidad de la noche llega con Fe!n, una canción que Scott y Chase B diseccionan en seis intenciones traducidas en un crescendo del que no se puede escapar.

Ya finalizando el show, la conclusión es evidente: hay un destino de pasión y comunión entre Scott y sus fieles argentinos. Y en esta húmeda noche de septiembre el rapper tejió una red de hilos rojos desde Villa Crespo a Houston.

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