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6 julio, 2025

Para qué sirve y por qué hace bien comer frutos secos

Los frutos secos no son un simple snack. Si se comen en su estado más natural y con moderación, pueden ser una herramienta poderosa para fortalecer la salud.

Aunque a veces se les ve como un alimento para matar el antojo, los frutos secos tienen un potencial nutricional elevado. Su contenido de grasas saludables, antioxidantes y minerales los convierten en un complemento de la dieta diaria.

Por lo anterior, se les considera un superalimento, ya que aportan mayores cantidades de nutrientes que otros snacks. Además, tanto The American Journal of Clinical Nutrition y como la Clínica Universidad de Navarra respaldan sus beneficios.

En particular, las almendras, nueces, pistachos, maní, semillas de calabaza o nueces de la India están repletos de grasas mono y poliinsaturadas, proteínas vegetales, fibra, vitamina E, antioxidantes y fitoquímicos.

Todo eso es “oro” para el funcionamiento del cuerpo, según explica Mariana Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología de la FES Zaragoza, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México.

¿Cuáles son los beneficios de comer frutos secos?

Mejoran la función cognitiva

Comer frutos secos de manera frecuente puede ser la clave para obtener beneficios como prevenir el deterioro cognitivo.

Un estudio realizado por The American Journal of Clinical Nutrition reveló que cuando se consumen tres o más veces por semana (en porciones de 30 g), se puede prevenir la pérdida de la memoria a largo plazo.

¿Se puede comer nueces todos los días?Foto: Racool_studio / Freepik

Protegen el corazón

Las nueces son ricas en grasas saludables, componente que permite disfrutarlos sin que eleven el colesterol o los triglicéridos. Asimismo, “disminuyen los niveles de inflamación relacionada con las enfermedades cardíacas y la diabetes”.

Retrasan el envejecimiento de la piel

Según la Clínica Universidad de Navarra, las avellanas y las almendras son fuente natural de vitamina E, cuyas propiedades antioxidantes protegen a la piel del daño ocasionado por los radicales libres.

Combaten el estrés

Al ser ricos en betacarotenos, el consumo de frutos secos permite disminuir los niveles de la ansiedad y depresión. Simplemente, su sabor puede ponernos de mejor ánimo y darnos energía para las actividades diarias.

Fortalecen los huesos

Las ciruelas secas, por ejemplo, mejoran la salud ósea. Un artículo de la orgnización Breast Cancer Information and Support señala que “contienen compuestos bioactivos llamados polifenoles. En las personas, estos compuestos beneficiosos parecen reducir los procesos de inflamación que conducen a la pérdida ósea”.

Su eficacia también se atribuye al aporte de vitamina K, pues los niveles bajos de esta vitamina o la deficiencia se relacionan con una baja densidad ósea.

La ración promedio es de 30 g por día (por ejemplo, unas 20 almendras o 15 nueces). No valen los atracones: aunque son saludables, también tienen un alto contenido calórico y de sodio.

Por lo anterior, se recomiendan consumir los frutos secos al natural o tostados y sin mezclarlos con endulzantes, chocolate, yogur o fruta.

¿Qué precauciones tomar cuando se consumen frutos secos?

Los frutos secos son uno de los alimentos que más reacciones graves ocasionan -junto con leche, huevo y una que otra fruta- cuando se es intolerante a sus compuestos.

Las personas sensibles pueden experimentar malestares estomacales, picor en la boca o garganta y hasta dificultad para respirar, detalla el portal de Mayo Clinic.

Los frutos secos aportan vitaminas escenciales
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