A dos décadas del nacimiento formal del PRO, Mauricio Macri está a sólo unos días de regresar de manera oficial a la conducción del partido. De no mediar imprevistos, el 19 de marzo se hará cargo de la presidencia que dejará vacante Patricia Bullrich, en una elección que se perfila para tener una lista de unidad que él mismo encabezará, más allá de los matices internos que existen.
Y en ese camino, este miércoles en Rosario, Santa Fe, el ex presidente de la Nación liderará un encuentro en el que reunirá a referentes del PRO de todo el país y lanzará de manera oficial su candidatura para el cargo. La cumbre será por la tarde, ya que antes Macri tiene previsto participar de Expoagro, la tradicional feria del campo que se lleva a cabo en la localidad vecina bonaerense de San Nicolás.
Macri se aseguró que la mayoría de los titulares provinciales del PRO estén presentes en la cita rosarina. Se espera, por ejemplo, que viajen referentes provinciales como Eduardo Caminal (Entre Ríos), Oscar Agost Carreño (Córdoba), Gabriela González Riollo (San Luis), Damián Garavano (Corrientes), Daniel Hollman (Chubut) y Aníbal Tortoriello (Río Negro).
Estarán, también, algunos dirigentes que firmaron una solicitada a favor de Bullrich y avalando una eventual fusión con el gobierno de Javier Milei, como el santafesino Cristian Cunha y el catamarqueño Carlos Molina.
Serán en total 18 las provincias que estarán representadas allí, debido a que no habrá presencia de las que se encuentran intervenidas por diferentes conflictos internos locales, como Mendoza, Santa Cruz, Salta y Tierra del Fuego.
La ausencia de nombres rutilantes del partido se explica en que Macri quiere acercarse a los líderes territoriales y no a las cabezas nacionales con las que ya tiene contacto cotidiano, como los gobernadores Jorge Macri, Rogelio Frigerio, Ignacio Torres o, por caso, figuras legislativas como los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli.
La adhesión a la candidatura de Macri como presidente del PRO incluye también a otros dirigentes de peso del partido, como la diputada nacional y ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Más allá de que se manifestó este domingo «en contra de entregarle el partido a Milei», el ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta también apoyaría una conducción de Macri, siempre y cuando se garantice el equilibrio interno del partido en medio de las versiones de alineamiento a La Libertad Avanza.
En Santa Fe, Macri aprovecharía la visita para saludar también al gobernador radical Maximiliano Pullaro y a su vice, Gisela Scaglia, quien es dirigente del PRO y está enfrentada con Cunha, el actual jefe del partido en la provincia, que trabaja cerca de Bullrich y tiene el respaldo también de Federico Angelini, otro dirigente santafesino que presidió el PRO nacional hasta el año pasado.
Macri y Javier Milei, en la asunción presidencial del 10 de diciembre pasado. Foto: AFP.
Una fusión con los libertarios, eje del debate
La palabra fusión, formalmente, la empleó Bullrich hace menos de un mes, cuando graficó de esa manera un eventual acuerdo entre el PRO y la Libertad Avanza que le garantice a su partido espacios en el gabinete de Milei.
La relación entre Macri y el Presidente sigue siendo muy buena, con intercambios frecuentes vía Whatsapp y la posibilidad siempre latente de un encuentro entre ambos. El ex mandatario fue muy elogioso del discurso presidencial del viernes: «Claro, firme y con coraje», tuiteó sobre los dichos de Milei. Y añadió que «el PRO estará presente en Córdoba para firmar el Pacto de Mayo».
Esa afinidad no implica que Macri esté de acuerdo con la idea de entablar una suerte de fusión entre partidos, pero sí da cuenta de que promoverá un apoyo a nivel legislativo de las principales propuestas que se presenten desde el gobierno libertario.
La idea de ensamblar a los 75 diputados de ambos espacios en un solo interbloque liderado por Ritondo, por caso, ha perdido fuerza en las últimas semanas.
Si bien era una posibilidad difícil de concretar, las diferencias planteadas entre Milei y el gobernador chubutense del PRO, Torres, fueron las que ampliaron más esa brecha. El Ejecutivo no sólo le recortó coparticipación a Chubut por $ 13.500 millones, sino que la provincia tuvo aval en dos demandas presentadas a la Justicia.
Milei llegó a definir a Torres como «un pobre chico» y likeó una imagen intervenida del gobernador con su rostro como si tuviera síndrome de Down. El gobernador consiguió apoyo de todos los bloques en la Legislatura local, de los dirigentes del PRO nacionales en su mayoría –a excepción de los que reportan a Bullrich– y, si bien no fue explícito, también tuvo el apoyo de Macri en un encuentro que tuvieron.