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30 octubre, 2024

Bajan el dólar futuro y las expectativas de devaluación: ¿más cerca de levantar el cepo?

En diciembre pasado, cuando arrancó esta gestión, los operadores del mercado esperaban que el dólar, el oficial y los alternativos, se moviera a mayor velocidad. Cien días más tarde, las expectativas de devaluación se fueron acotando de la mano de la reducción de la brecha cambiaria.

La evolución del dólar futuro es una muestra de cómo se desinflaron las expectativas. En diciembre el dólar futuro a abril se ubicaba en $ 1.200 y hoy está en $ 891. Para septiembre pasó de cotizar a $ 1.650 hace tres meses a cerrar a $ 1.164 el miércoles pasado.

En lo que va del año, el dólar oficial subió 6,1%, el contado con liqui, 11%, y el blue bajó 1%. La demanda se planchó y desde el cambio de gobierno, el Banco Central logró comprar US$ 11.147 millones y recomponer reservas, con las importaciones aún pisadas por el esquema para acceder al dólar y el efecto de la recesión sobre el consumo.

En este período el Gobierno aplicó un combo de licuadora de gastos y motosierra que le permitió mostrar superávit fiscal en enero y febrero. Esto le dio margen a Santiago Bausili y a Luis Caputo para mantener el ritmo de corrección cambiaria el crawling peg, en el 2% mensual prometido. La semana pasada, el presidente Javier Milei ratificó que este ritmo de devaluación se mantendrá.

Para la consultora MAP, «el resultado del accionar conjunto del ministerio de Economía y el Banco Central generó una menor presión en el mercado cambiario y ayudó a realinear, al menos en el corto plazo, las expectativas de agentes económicos e inversores. La brecha cambiaria se redujo desde niveles promedio de 40% en enero a valores en torno a 15%/20% en lo que va de marzo».

Pese a la desaceleración de la inflación y del achatamiento de la curva del dólar futuro, los analistas advierten que la situación cambiaria todavía no está controlada.

Para Portfolio Personal Inversiones (PPI), «si bien el trabajo fiscal viene siendo muy bueno en los dos primeros meses del año fue en gran parte por la licuación en términos de jubilaciones y pensiones, recortes en las transferencias a las provincias y retraso de pagos a Cammesa. La administración actual debería seguir con una generación sostenible de reservas, normalización del mercado de cambios y la normalización de los vencimientos en el corto plazo para que el rally continúe».

Aún así uno de los temas que el Gobierno sigue teniendo pendientes es que, pese la fuertes compras de la Banco Central en medio de la liquidación de divisas del campo, aún las reservas siguen en rojo. En este período, las reservas netas pasaron de -US$ 10.889 millones a -US$ 5.543 millones.

«La diferencia entre la acumulación de reservas y las compras netas de la autoridad monetaria se explica por la emisión de BOPREAL (el bono con el que el gobierno salda la deuda con los importadores), el pago de cupones de los Globales en enero y una fuerte cancelación de la deuda con organismos internacionales», apunta PPI.

¿Se levanta el cepo?

La estabilidad cambiaria le abre el juego al Gobierno para poner sobre la mesa la unificación cambiaria y el levantamiento del cepo, que según dejan trascender en el Palacio de Hacienda podría ocurrir a mitad de año si las cuentas siguen ordenadas.

Para MAP, «si bien las medidas impulsadas les permitieron a las autoridades construir una ventana para evitar que la economía entrara en una crisis, se trata de acciones transitorias, que lucen insuficientes para alcanzar el objetivo de estabilizar la macro y comenzar un proceso de crecimiento sostenible».

En esa línea, desde MAP señalan que «mantener el actual esquema de crawling peg tampoco parece recomendable. Pese a la mayor transparencia y claridad que se ha intentado introducir en el mercado cambiario, la presencia de múltiples tipos de cambio y la persistencia del cepo (con acceso escalonado al Mercado Libre de Cambios y un cronograma de plazos de pago para las importaciones) demuestra que la problemática cambiaria está lejos de haber sido resuelta».

«Para levantar rápidamente los controles cambiarios, impulsar una recuperación del PBI en forma de “V” y profundizar la desinflación extendiendo el “crawling” al 2% mensual, el BCRA necesita contar con reservas suficientes para sostener una mayor demanda de divisas (importaciones, giro de utilidades y formación de activos externos», resalta Equilibra.

Desde Equilibra advierten que para poner fin al cepo se necesitan más divisas. «En el mejor de los casos, creemos que faltarían US$ 4.000 millones adicionales para que el stock de reservas netas vuelva a break even. En este escenario, sería aún muy complejo levantar el cepo, contener la inflación y lograr un fuerte repunte de la actividad. Se necesitan más dólares».

«Esto no significa que la actual administración no logrará eliminar las restricciones cambiarias, pero sí que necesitaría de al menos US$ 15.000 millones adicionales para recomponer reservas netas y garantizarse que una salida rápida del cepo sea exitosa», concluyen.

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