Tras celebrar la media sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal en Diputados el Gobierno se enfoca ahora en el Senado y la misión es más difícil. Un gobernador peronista pidió «ayudar», pero al oficialismo le espera una dura batalla por los votos, sobre todo en un tema clave como la reversión del impuesto a las Ganancias, donde el peso en contra de los patagónicos se hace sentir.
«No hay que dramatizar tanto la política. Es momento de ayudar”, apuntó este miércoles el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, en declaraciones radiales. “Hay que acompañar desde una posición política. Yo, en lo personal y sin salir del espacio (del PJ), creo que hay que acompañar en algunas medidas al gobierno nacional y es muy bueno para la Argentina», agregó.
Como contó Clarín, Jalil ayudó, a través de sus diputados, a que el capítulo del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) -importante para su provincia por la minería y el litio- y la reversión del Impuesto a las Ganancias se apruebe en la Cámara Baja.
Sus cuatro legisladores votaron en contra de la ley en general, pero en esos dos artículos puntuales se dividieron y algunos votaron por la afirmativa y otros se abstuvieron para ayudar al oficialismo a llegar al número.
En el Senado Jalil tiene 2 senadores: Guillermo Andrada y Lucía Corpacci. Pero no está claro el grado de influencia que pueda tener sobre su antecesora, dos veces gobernadora.
Este miércoles, Corpacci declaró en la apertura de sesiones de Catamarca que la ley le parece «un espanto». «No comparto nada de la Ley de bases, me parece un espanto, un retroceso para nuestro país, para los derechos de los trabajadores, de los empleados públicos, para el desarrollo de nuestra industria metal mecánica”, aseguró a medios locales.
Sin embargo, fue ambigua con el tema de Ganancias. «Los legisladores en algún momento, de un lado del otro decíamos, son derechos de los trabajadores, ahora también es cierto que para las arcas provinciales y las arcas municipales, al ser impuesto coparticipable, la escala vigente significa disminuir mucho los recursos para la provincia», señaló.
En el Senado los gobernadores son clave y el ministro de Interior, Guillermo Francos, -que se puso al hombro el operativo seducción- deberá hacer esfuerzos extra.
Pero tampoco el respaldo de los mandatarios es transferible en un 100% a sus legisladores. En el caso de Tucumán, por ejemplo, el gobernador es Osvaldo Jaldo, quien abrazó las ideas de la libertad mileístas en el verano cuando apoyó el proyecto del Gobierno y, como consecuencia, sus tres diputados tuvieron que romper con Unión por la Patria y armarse un bloque propio.
Sin embargo, en la Cámara Alta uno de los dos senadores de Tucumán es su antecesor, Juan Manzur, con quien tuvo fuertes enfrentamientos y tiene espalda propia para tomar sus propias decisiones.
En Diputados, los legisladores patagónicos que responden a los gobernadores votaron en contra en contra de la reversión del Impuesto a las Ganancias. Incluso la legisladora chubutense que responde a Ignacio Nacho Torres e integra el bloque PRO.
También estuvieron en contra el neuquino de Hacemos Coalición Federal y el del MPN; el rionegrino de Alberto Weretilneck y uno de los santacruceños de Claudio Vidal.
El problema es que la medida perjudica a una gran porción de su población que empezaría a pagar el tributo. Los mandatarios explican que en la Patagonia los sueldos son más altos pero porque el costo de vida también es más alto.
Lo cierto es que cualquier modificación que se le haga al proyecto en el Senado para ayudar a sumar apoyos, obligará al texto a volver a Diputados para su ratificación.
La mayoría en el Senado, que tiene 72 legisladores, se consigue con 37. La Libertad Avanza tiene solo 7 senadores propios. Sus aliados más cercanos son los 7 del PRO y los 3 del bloque Cambio Federal, de Juan Carlos Romero. Entre los 13 de la UCR se abre el debate sobre qué harán los radicales más críticos como Martín Lousteau. En Diputados los legisladores referenciados en él votaron a favor en general, pero en contra de varios capítulos.