«El ministro le pidió la renuncia porque no cumplía con sus funciones», fue la edulcorada respuesta que este lunes por la noche brindaron en el ministerio de Defensa para justificar el despido del jefe de gabinete de la cartera, el teniente coronel Carlos Becker, al parecer, por una fuerte disputa que mantuvo con el ministro Luis Petri y con un secretario como Claudio Pasqualini, ex jefe del Ejército, por recurrentes diferencias en la gestión.
Sin embargo, algunas fuentes del oficialismo también vinculaban la interna en Defensa en el origen político de Becker, un exfuncionario de Patricia Bullrich durante la gestión de Mauricio Macri que llegó al Edificio Libertador por «recomendación» de la excandidata presidencial. Cerca de Petri descartaron que las supuestas diferencias entre el ministro y su compañera de fórmula hayan sido el disparador de los desencuentros con el saliente funcionario.
La cuestión es que al cierre de esta edición las versiones sobre esta nueva crisis en el gabinete libertario eran variadas. En Defensa concedieron que había divergencias profundas con un funcionario que, en los hechos, llevaba la gestión de la cartera que coordina las políticas de defensa y alberga a las tres armas de la Nación.
Una fuente libertaria consultada indicó que las discusiones entre el militar despedido y el ministro comenzaron a poco de iniciada la actual administración cuando el primero supuestamente frenó el desembarco en el ministerio «de los mendocinos», en clara referencia a los dirigentes de confianza del excandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio.
Lo cierto es que el excolaborador de Bullrich también habría tenido discusiones con Pasqualini, secretario de Estrategia Militar, y un dirigente de confianza de la vicepresidenta Victoria Villarruel, por cuestiones relativas a la gestión y a los fondos de la cartera. El recorte de recursos, como la eliminación de la jerarquización salarial que había fijado la anterior administración, ha generado malestar en distintas reparticiones del Edificio Libertador.
En el entorno de Petri aseguraron a este diario que aún no está definido el reemplazo de Becker. Pero algunas fuentes libertarias señalaban como candidata a ocupar la jefatura de gabinete ministerial a la abogada penalista Luciana Carrasco, que habría trabajado bajo la presidencia de Mauricio Macri como asesora en Justicia.
En Defensa, sin embargo, intentaron quitarle cualquier relevancia política a la interna que originó el despido del exjefe de gabinete. Es que algunas versiones señalaban que detrás de la remoción de Becker habría una clara intención de quitar la influencia de Bullrich de la cartera de Defensa.
Una excolaboradora de Bullrich reconoció que «Becker trabajó los cuatro años en los que Patricia condujo Seguridad y luego lo recomendó para que llegara a Defensa. No sé si tuvo que ver esa relación con su despido pero ha sido un error pensar que Petri tenía una sociedad política con Patricia. Hoy es claro que responde a Milei».
Los ministerios de Seguridad y Defensa tienen algunos puntos en común, como por ejemplo, algunas tareas de coordinación de prevención entre Prefectura y la Armada.
