En su segunda aparición pública con discurso incluido en diez días, Cristina Kirchner volvió a poner en duda el superávit fiscal que el Gobierno declama como logro de gestión. «Se dan cuenta que todo ese verso del superávit era eso, un verso, por más que el Presidente se enoje«, sostuvo este martes desde el Instituto Patria, su sede partidaria. También lo llamó «trucho».
En otro tramo, apuntó contra el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). “Es el estatuto legal del coloniaje versión siglo XXI”, calificó a la normativa que el Gobierno incorporó y se debatirá en el Senado que ella supo presidir por su cargo en el mandato de Alberto Fernández.
Incluido en la Ley Bases que tiene media sanción de la Cámara de Diputados. Kirchner se mostró fuertemente crítica del contra este compendio de incentivos para atraer inversiones y dijo que se trata de una medida asociada a una “economía extractivista sin valor agregado, sin tecnología, investigación ni desarrollo”.
En su discurso, la ex mandataria dijo que el RIGI -tal como se lo conoce – “refleja en toda su extensión el objetivo de este proyecto». En ese sentido, recordó que a la inversión extranjera directa a partir del tercer año “la van a dejar exportar sin ingresar un solo dólar a las reservas del Banco Central”.
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La expresidenta criticó duramente el capítulo del régimen de incentivo a las grandes inversiones, incluido en el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo.
“Pregunto yo, y le pregunto a los que votaron afirmativamente el acuerdo con el FMI, también a los que votaron afirmativamente la reestructuración de deuda soberana, ¿con qué dólares piensan pagar la deuda externa si no van a entrar dólares?”, apuntó Cristina.
En esa línea, dijo que “la maquinita” de imprimir dólares no la tiene la Argentina. “¿Con qué dólares van a pagar al FMI? ¿Con qué dólares vamos a sostener el desarrollo de las industrias que evidentemente no le importan a nadie?”, insistió con las indagaciones.
Y arrojó su teoría: “O a lo mejor el objetivo es que sigamos endeudados eternamente para de esta manera seguir controlando nuestro desarrollo y nuestra vida. Me parece que se parece a esto último”.
En otro tramo, la dirigente kirchnerista retomó su costumbre de hablarle, como si lo aconsejara, a Milei. «El Presidente debería abandonar esa costumbre de estar hablando tonterías por el mundo, acerca de un mundo que no existe, que el comunismo, el socialismo… Presidente, se cayó el Muro de Berlín en 1989, ¿de qué comunismo me habla? Ya se lo dije, tiene muchos prejuicios, se lo dije el día que asumió», arremetió contra el actual jefe de Estado y contó una anécdota de la asunción presidencial.
Cristina Kirchner dijo que no es feminista pero apuntó a La Libertad Avanza: «Es una fuerza política que tiene un problema con las mujeres»
En primera instancia, Kirchner sostuvo -dada la inauguración que realizaba en el Instituto Patria, un salón de las Mujeres- que no se considera feminista. No obstante, apuntó contra el oficialismo al describir a La Libertad Avanza. «Estamos en presencia de una fuerza política que tiene un problema con las mujeres«, acusó.
Tras su definición recordó un proyecto presentado por la diputada Lilia Lemoine y los dichos del senador Francisco Paoltroni y su reinterpretación polémica del cuento La Bella Durmiente, que la expresidenta llamó «versión libre».
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En la inauguración del Salón de las Mujeres del Bicentenario, la expresidenta apuntó contra La Libertad Avanza y la diputada Lilia Lemoine.
«Todos saben que yo no soy feminista. Creo que nadie tiene que asumir roles que nunca ha tenido. Cada uno se reconoce en lo que es, con sus virtudes y defectos. Yo no soy militante feminista, pero respeto mucho a las compañeras que lo son», introdujo Kirchner y apuntó a las posturas libertarias.
La también ex vice entonces conjeturó sobre el cambio que aplicó Javier Milei en la Rosada. «Tal vez se haya esgrimido el falso argumento para desmantelar este Salón en el Día de la Mujer que había un sesgo ideológico, una carga de diferencia entre los argentinos. Cuando decidimos incorporar a todas estas mujeres, que vivieron en los 200 años de historia, protagonistas todas, y muchas antagónicas, junto a Eva (Perón) estaba Victoria Ocampo, ícono del antiperonismo», relató.
Y entonces avanzó en una crítica a LLA, la fuerza oficialista. «Creo que estamos en presencia de una fuerza política que no tiene un problema con las feministas, tiene un problema con las mujeres».
La vicepresidenta volvió a apuntar sus cañones contra el Gobierno en el marco de la inauguración del Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria, donde montó su oficina desde que dejó el poder. Es el mismo nombre que le había dado a un sector de la Casa Rosada y que el gobierno de Javier Milei renombró Salón de los Próceres.
El pasado 27 de abril, en la inauguración del microestadio Néstor Kirchner en la localidad bonaerense de Quilmes, Cristina hizo su retorno a los escenarios tras siete meses de ausencia: incluso durante la campaña presidencial se había alejado de los micrófonos y solo se había manifestado por cartas y redes.
En territorio de una de las espadas más fuertes que le quedan a La Cámpora, la intendenta Mayra Mendoza, la ex vicepresidenta dijo que el gobierno de Javier Milei «no tiene un plan de estabilización», habló de «anarcocolonialismo» y le reclamó un «golpe de timón».
Además, en su fuerte discurso, se metió en la interna peronista, señaló críticas a la gestión de Alberto Fernández, mandó un duro mensaje a la clase media y apuntó contra empresarios como Marcos Galperin.
DS