La ludopatía es un problema creciente a partir de la facilidad que ofrecen los dispositivos electrónicos, en especial los teléfonos celulares a través de las apuestas online y su impacto particular en los menores. Los testimonios de familias destrozadas por este problema son cada vez más comunes. Al vocero presidencial, Manuel Adorni, le preguntaron esta semana si el Gobierno analizaba alguna iniciativa para frenar el drama y respondió que no había nada en carpeta.
Sin embargo, el tema está cada vez más presente por un motivo simple: por una cuestión de volumen, cuanta más gente tiene acceso al juego, más patologías vinculadas con la actividad hay. La posibilidad de apostar está en la palma de la mano. Y hoy, como nunca, las plataformas de apuestas (con o sin licencia) compiten por una porción de un mercado creciente. Si bien no desde el Ejecutivo, algunas iniciativas que buscan frenar este problema empiezan a aparecer.
El bombardeo de las promociones para sumarse a jugar es constante en Internet. Algunas plataformas se han convertido en sponsors principales de equipos de fútbol y de otros deportes, como si ese estímulo visual fuese inocuo. En ese contexto, surgen proyectos en el Congreso que buscan poner límites a la publicidad del juego online, aunque por ahora no han avanzado.
Al mismo tiempo existe otro carril por el que esta actividad gana terreno con prisa y sin pausa: las billeteras virtuales a través de las cuales se realizan las apuestas. Poniendo el foco en esa “caja”, legisladores de la Coalición Cívica acaban de enviar una carta al Banco Central y a 33 billeteras virtuales para que pongan el foco en los denominados «cajeros» para prevenir el daño que estas apuestas causan en niños y adolescentes.
“El juego online es una pandemia que hay que atacar urgente, porque está lastimando a nuestros chicos», señaló a Clarín Hernán Reyes, uno de los legisladores que firmaron la nota dirigida al BCRA, junto con Maricel Etchecoin Moro, Marcela Campagnoli, Mónica Frade, Facundo Del Gaiso, Cecilia Ferrero y Maria Pace Wells. El objetivo, dicen, es “solicitar medidas preventivas para los micropagos por parte de menores de edad y de jóvenes a empresas del juego de apuestas clandestino”.
Para muchos jóvenes la adrenalina no pasa por el partido que están mirando, sino por la apuesta online. Foto: ShutterstockLa carta, a la que tuvo acceso Clarín, está dirigida al presidente de BCRA, Santiago Bausilli, con el argumento de que “es el organismo que tiene a cargo la regulación de la actividad de las billeteras virtuales y el que puede convocar a la denominada Mesa de Innovación para obtener compromisos y cambios regulatorios para proteger mejor a los jóvenes”, explicaron.
Según Reyes, “para facilitar la transgresión de las restricciones de edad de las políticas públicas de prevención de la ludopatía y para habilitar el funcionamiento de las plataformas de juego, hay personas que se ofrecen como intermediarios que facilitan los pagos de los jóvenes a las empresas de juego online”.
Explicó que “estos intermediarios, los ‘cajeros’, reciben dinero desde las billeteras virtuales de los jóvenes y realizan el pago en las plataformas de juego de apuestas online, ya sean legales o clandestinas”. Por eso, agregó que “las billeteras virtuales son las que cuentan con la información y medios para obstaculizar esa práctica”.
¿Qué propone la iniciativa?: la identificación fehaciente de las cuentas a nombre de menores de edad y la imposición de restricciones a las microtransacciones consecutivas a una misma cuenta. Ese patrón sería, según los autores del plan, el elemento para encender las alarmas e investigar qué está sucediendo detrás.
“Las microtransacciones consecutivas son un comportamiento financiero particularmente extraño y que difícilmente podrían darse en una modalidad de negocio diferente a la del juego online”, dijeron los legisladores en la carta enviada al Central y las billeteras virtuales. Por lo tanto, sugieren reducir el número de transferencias hacia ‘cajeros’, como limitante preventivo.
Los casinos online son muy seductores y se accede desde cualquier celular. Foto: Martín BonettoLa idea es que se incorpore “procedimientos tendientes a la identificación de estos agentes de intermediación tanto respecto de aquellas empresas autorizadas, como también de las clandestinas de juego online. La recepción de múltiples microtransacciones desde las mismas cuentas en franjas horarias determinadas y/o ciertos movimientos podrían ser útiles para la identificación de estos agentes que están realizando una actividad no regulada y, potencialmente, facilitando actividades ilícitas”, explicaron.
Finalmente, para mejorar el control de las familias de los gastos en juegos de apuestas, se plantea una alerta a microtransacciones continuas y a una misma cuenta, para identificar pagos involuntarios a intermediarios del juego clandestino o juego en línea de menores de edad. “Esto se puede lograr con sistemas de verificación en dos pasos para ciertos comportamientos y/o una serie de alertas que alerten el control parental”, concluyeron.
La carta que recibieron los destinatarios dice, entre otras cosas: «Hemos realizado múltiples presentaciones ante las autoridades de aplicación del juego online. Hemos presentado proyectos de ley a los efectos de limitar el acceso al juego online por parte de los menores de edad y de la detección temprana de comportamientos compulsivos en jóvenes».
Y agrega: «Las acciones políticas tienen un impacto, las regulatorias pueden lograr reducir las ventanas de oportunidad y la persecución del juego clandestino es un camino que corresponde al Estado. Sin embargo, no alcanza para frenar este flagelo. Por ello, consideramos que hay dos actores relevantes en esta cadena para frenar la cultura del juego compulsivo: la campaña cultural entre los influencers, y las acciones proactivas de las plataformas de pago para dificultar más el acceso e impedir el acceso al juego clandestino».
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