No eran aún las 11 de la mañana en una Madrid ventosa y gris cuando el presidente Javier Milei aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz, el antiguo aeropuerto militar a 22 kilómetros del centro de la ciudad, donde descansan la flota oficial de aviones de la realeza española y los cazas de combate. En un viaje que no es de Estado ni una visita oficial, el mandatario permanecerá en Madrid hasta el domingo.
Su agenda incluye reuniones con directivos de empresas con importante presencia en Argentina, como Telefónica, Banco Santander y Mapfre, la presentación de su libro “El camino del libertario” y su participación en el festival de primavera que todos los años organiza Vox, el partido a la derecha del PP cuyo líder, Santiago Abascal, no se ahorra muestras de cariño y apoyo mutuo con Milei.
El presidente y su comitiva fueron recibidos por el embajador argentino en el Reino de España, Roberto Bosch, quien hace menos de 24 horas estuvo en el Palacio Real presentando las credenciales diplomáticas que lo acreditan como representante de la Argentina ante Felipe VI.
Quien no verá al rey será Javier Milei. Circuló un rumor según el cual desde la Cancillería argentina intentaron gestionar un encuentro con el jefe del Estado español pero, al no tratarse de una visita oficial, el protocolo de la Casa Real no lo permite.
La Oficina del Presidente Milei no solicitó un encuentro con el jefe del gobierno de España, Pedro Sánchez.
No estaba previsto por la explícita falta de sintonía ideológica y política entre el socialdemocrática español y el libertario argentino. Y mucho menos luego del cruce diplomático de hace un par de semanas, cuando un ministro de Sánchez se burló del presidente argentino e insinuó que habría salido por televisión bajo los efectos de “sustancias”.
El caldo de la polémica con España se volvió más espeso cuando, a horas de la llegada del presidente Milei a Madrid, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, se refirió al gobierno argentino como “negacionista”.
“El modelo del negacionismo de la ciencia, del cambio climático, de la violencia que se ejerce contra las mujeres, el negacionismo de la memoria es un modelo que está íntimamente ligado a la ultraderecha -dijo Morant-. No sólo en nuestro país. También en el resto de Europa y en el resto del mundo. Uno de los ejemplos de ese modelo es Milei.”
“Para nosotros es un modelo que atenta contra la democracia -agregó-. Esa exhibición de la ultraderecha de nuestro país de la mano de Milei es precisamente lo que nosotros vamos a combatir.”
Este viernes, la prensa española destaca la ausencia de autoridades del gobierno de coalición de izquierdas PSOE-Sumar en el aeropuerto de Ardoz para recibir al presidente argentino.
Milei no se alojará en la residencia del embajador, un palacete del siglo XVIII, en el barrio de Almagro, que perteneció a unos marqueses de la alta sociedad española y que incluye, en el techo de unos de sus salones, un mural firmado por Joaquín Sorolla.
En este viaje, el presidente será huésped en uno de los hoteles de la cadena Hyatt, que cuenta con varios edificios, algunos históricos, en Madrid.
Por la tarde, presentará su libro “El camino del libertario” en el auditorio del diario La Razón.
El lanzamiento, realizado por la editorial Deusto -que pertenece al Grupo Planeta-, tropezó con algunos inconvenientes: la biografía del presidente argentino que figuraba en la solapa del libro le atribuía un doctorado en una universidad estadounidense que Javier Milei no realizó.
El error llevó a que la editorial intentara sacar de circulación, cuanto antes, la mayor cantidad de ejemplares posibles.
Madrid. Corresponsal