El presidente Javier Milei llegó poco después de las 14:30 a la provincia de Córdoba para participar del acto por la fecha patria. Se dirigió al Cabildo de la ciudad, ubicado frente a la Plaza San Martín, donde salió al balcón para saludar a la gente.
Lo acompañó en la salida Karina Milei, secretaria General de la Presidencia. Ambos se abrazaron y saludaron a la multitud que se reunió para recibir al mandatario. El libertario fue el más efusivo de los dos: al borde de la baranda, agitó los brazos y cantó con la multitud.
«Libertad, libertad» y «la casta tiene miedo» fueron los gritos que repetía la gente mientras Milei saludaba desde arriba. Luego se preparó para el discurso, que tuvo lugar en un escenario sobre el suelo, cerca de la gente que se juntó para verlo. Allí le empezaron a cantar «ley de bases/ ley de bases», en referencia al texto que reclama el presidente y que está empantanado en el Senado.
Milei, en el escenario al pie del Cabildo de Córdoba (Foto Juano Tesone)Tras subir al escenario, Milei se agachó a una mini platea al costado. Allí estaba la vicepresidenta Victoria Villarruel; el ministro del Interior, Guillermo Francos; los diputados José Luis Espert, Gabriel Bornoroni y Martín Menem; el ministro de Defensa, Luis Petri. Todos ellos, junto con Karina Milei, ocuparon la primera línea a un costado del atril presidencial.
Lo llamativo fue el lugar que ocupó Nicolás Posse, Jefe de Gabinete, quien se sentó en la tercera fila al lado de Eduardo Serenellini, secretario de Prensa de la Presidencia. Tal vez una muestra del lugar, cuestionado, que ocupa hoy dentro del Gobierno.
Nicolás Posse estuvo en Córdoda, aunque relegado. Foto Juano Tesone Pero uno de los momentos más particulares fue el saludo al ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, que fue saludado por el público mientras Milei lo trataba de «Crack». La gente lo ovacionaba y cantaba ‘olé olé, moto moto’, en referencia a la motosierra que aplicó el gobierno en el gasto público. ‘Toto’ le devolvió el cariño haciéndole un corazón con las manos.
Sobre Caputo, Milei dijo que «la está domando», por la inflación. «Estamos subiendo en popularidad y mi ministro se convirtió en un rockstar», agregó.
A Martín Llaryora ya lo habían abucheado algunos a la hora de la presentación del acto. Y en pleno discurso, en otra pausa, se metió en la transmisión oficial el grito de una mujer justo cuando Milei aludía al ajuste. «¡Escuchá, Llaryora!», exclamó la mujer.
El público también le pidió que pase «la motosierra en Tucumán» y que cante, en referencia al recital que dio en el Luna Park. «Tranquilos, ya va a haber un recital, pero no hoy«, respondió Milei.
Ya sobre el cierre del discurso, Milei aprovechó el grito de un venezolano para despacharse contra «el socialismo». «Ustedes son el testimonios del infierno que es el socialismo. Gracias, venezolanos», dijo el Presidente desde el escenario.
Milei prometió bajar los impuestos cuando se apruebe la Ley de Bases. Sobre el cierre bajó a las vallas y comenzó a saludar a la gente que estaba esperándolo para sacarse fotos e incluso para pasarle un perrito cachorro.
El discurso se desarrolló bajo un fuerte operativo de seguridad controlado por Gendarmería y Policía Federal quienes vigilaron la Plaza octagonal -totalmente vallada- y fueron responsables de dos de los tres anillos de seguridad, en el que se contó con un radar inhibidor de drones y la brigada antiexplosivos. La policía hasta controló las inscripciones de algunas pancartas.
Arriba de los edificios mas altos de la zona, alrededor de la plaza, se vieron francotiradores desde los techos, como parte del protocolo de seguridad.
Una vez terminado el acto y luego de los saludos con el público, el Jefe de Estado subió al auto oficial y se retiró rápidamente hacia el aeropuerto, donde ya planeaba su regreso a Buenos Aires.