Si se tratara de una evaluación en la secundaria o la universidad, todos habrían reprobado. Pero algunos irían a recuperatorio, otros a diciembre, una buena cantidad a marzo y a tres directamente les sugerirían que dejen la carrera. Así de compleja resultó una nueva encuesta nacional que midió las imágenes de 34 de los principales dirigentes de la Argentina. Ninguno logró lo básico: tener más valoración positiva que negativa.
El estudio que adelanta Clarín este domingo es de la Universidad de San Andrés (Udesa). La casa de estudios saca un interesante y completo informe periódico donde evalúa los principales temas de coyuntura política y económica. Dentro de ese trabajo, hace dos tablas de imágenes: una con políticos y sindicalistas, y otra con funcionarios del Gabinete.
Para evaluar a los dirigentes, más allá de mirar sus números absolutos, se pondera lo que se conoce como diferencial de imagen: el número que resulta de restar la positiva con la negativa. Como se adelantó, los 34 terminaron con más rechazos que apoyos.
A 11 les fue regular
Los dirigentes que quedaron en la parte superior de la tabla tuvieron un saldo de imagen en contra de un dígito. Y allí preponderaron políticos/funcionarios del oficialismo, como suele ocurrir en la mayoría de las encuestas.
La mejor, o menos mala, fue Patricia Bullrich. Ya se hizo habitual que la ministra de Seguridad lidere estos rankings, con números incluso mejores que los del presidente Javier Milei, como sucede en este caso.
Bullrich quedó a tiro del empate, con 45 puntos de positiva y 46 de negativa (diferencial – 1). Segunda quedó otra habitué de estas tablas, Victoria Villarruel. La vicepresidenta combinó 41 a favor y 43 en contra (diferencial – 2).
Y el podio lo completó el funcionario de moda: el flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con + 26 y – 29% (diferencial – 3). En su caso, queda claro que es menos conocido que las líderes: cuando preguntaron por él, el 45% optó por el «no sabe / no contesta».
¿Y Milei? Recién aparece en cuarto lugar, con 44 de positiva y 49 de negativa (diferencial – 5). Y debajo suyo, se apilan, pegados:
Sandra Pettovello (ministra de Capital Humano): 28 de positiva y 33 (diferencial – 5).
Luis Petri (ministro de Defensa): + 29% y – 35 (diferencial – 6).
Diana Mondino (ministra de Relaciones Exteriores): + 29% y – 35 (diferencial – 6).
Mario Russo (ministro de Salud): + 12% y – 18% (diferencial – 6).
Mariano Cúneo Libarona (ministro de Justicia): + 28% y – 35 (diferencial – 7).
Manuel Adorni (vocero presidencial): + 34% y – 43% (diferencial – 9).
Juan Schiaretti (ex gobernador de Córdoba): + 31% y – 40% (diferencial – 9).
Lo de Schiaretti, mezclado en la parte superior del ranking no sorprende. Como contó Clarín, el ex mandatario ganó simpatía entre la opinión pública a partir de los debates presidenciales. Si bien no le alcanzó para llegar a un balotaje (quedó cuarto, con menos de 10%), su venta del «modelo cordobés» le hizo ganar adeptos.
A 9 les fue mal
Un escalón más abajo figuran los dirigentes que tienen entre 10 y 29 puntos de diferencial negativo. Allí, se mantiene una buena porción de funcionarios del oficialismo y empiezan a mezclarse otros opositores.
Luis Caputo (ministro de Economía): + 34% y – 47% (diferencial – 13).
Nicolás Posse (ex jefe de Gabinete): + 20% y – 33% (diferencial – 13).
Rodrigo de Loredo (jefe de bloque de Diputados UCR): + 16% y – 31% (diferencial – 15).
Karina Milei (secretaria de la Presidencia): + 31% y – 47% (diferencial – 16).
Jorge Macri (jefe de Gobierno porteño): + 29% y – 48 (diferencial – 19).
Federico Sturzenegger (asesor presidencial): + 21% y – 40% (diferencial – 19).
Martín Llaryora (gobernador de Córdoba): + 13% y – 33% (diferencial – 20).
Hugo Yasky (titular de la CTA): + 12% y- 35 (diferencial – 23).
Myriam Bregman (diputada del FIT): + 25% y – 50% (diferencial – 25).
A 11 les fue muy mal
En la parte de abajo de la tabla, los números ya empiezan a ser rojo oscuro. Y figuran opositores duros, kirchneristas; pero también otros más cercanos al Gobierno, como Mauricio Macri. En este caso, tienen entre 30 y 49 puntos de saldo en contra. Son 11:
Axel Kicillof (gobernador bonaerense): + 29% y – 60% (diferencial – 31).
Mauricio Macri (ex presidente, titular del PRO): + 30% y – 62% (diferencial – 32).
Horacio Rodríguez Larreta (ex jefe de Gobierno): + 27% y – 59% (diferencial – 32).
Juan Grabois (líder piquetero): + 20% y – 56% (diferencial – 36).
Cristina Kirchner (ex presidenta): + 27% y – 66% (diferencial – 39).
Elisa Carrió (líder de la Coalición Cívica): + 22% y – 61% (diferencial – 39).
Guillermo Moreno (ex secretario de Comercio): + 16% y – 58% (diferencial – 42).
Nicolás del Caño (diputado del FIT): + 17% y – 60% (diferencial – 43).
Héctor Daer (cosecretario de la CGT): + 5% y – 48% (diferencial – 43).
Martín Lousteau (senador y titular de la UCR): + 16% y – 62% (diferencial – 46).
Sergio Massa (ex ministro de Economía): + 21% y – 70% (diferencial – 49).
A 3 les fue pésimo
El fondo del ranking queda con tres dirigentes muy desprestigiados, que se destacan por sus récords de rechazo: el ex presidente Alberto Fernández, el jefe del PJ bonaerense y líder de La Cámpora Máximo Kirchner, y el cosecretario de la CGT y referente camionero Pablo Moyano.
En el caso de Fernández, como se contó decenas de veces pero no deja de llamar la atención, en el arranque de la pandemia de coronavirus era el político con mejor imagen del país. Otros tiempos.
El parámetro para integrar este incómodo grupo era superar los 50 puntos de diferencial en contra. Los tres perjudicados quedaron así:
Pablo Moyano (cosecretario de la CGT): + 11% y – 70% (diferencial – 59).
Máximo Kirchner (titular del PJ bonaerense): + 11% y – 75% (diferencial – 64).
Alberto Fernández (ex presidente): + 11% y – 83% (diferencial – 72).