El fútbol italiano pierde a uno de sus clubes históricos. Brescia Calcio, fundado en 1911 y símbolo del espíritu futbolero de la provincia lombarda, quedó fuera del profesionalismo tras no cumplir con las exigencias financieras mínimas para mantenerse en la Serie C. La noticia dejó paralizada a toda la ciudad, que ve desaparecer (al menos momentáneamente) a su equipo, las queridas Rondinelle, tras más de un siglo de historia.
La raíz del colapso institucional se vincula directamente con la gestión de Massimo Cellino, presidente del club desde 2017. El dirigente no logró afrontar compromisos económicos claves, acumulando deudas superiores a los tres millones de euros.
A pesar de intentos de último momento para atraer inversores o vender la entidad, las negociaciones fracasaron y los plazos para regularizar la situación expiraron. La consecuencia fue devastadora: el club no pudo inscribirse en la tercera división del fútbol italiano, y todos los contratos (jugadores, cuerpo técnico y empleados) quedaron rescindidos.
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Di Baggio y Andrea Pirlo, ídolos italianos que pasaron por el Brescia.
En el plano deportivo, el descenso ya se había consumado. Brescia terminó la temporada en la Serie B en la 15.ª posición, pero una penalización de cuatro puntos por incumplimientos financieros lo hizo caer al 18.º lugar, sellando su descenso. Esa sanción, emitida por la Federación Italiana (FIGC), no solo fue el golpe final para el club, sino que también permitió la permanencia de la Sampdoria.
Mientras Cellino se encuentra fuera del país, refugiado en Londres, las críticas arrecian desde todos los sectores. El capitán del equipo, Dimitri Bisoli, expresó el sentimiento de los hinchas a través de sus redes sociales: “114 años de historia fueron pisoteados. Pero el Brescia no es él, el Brescia somos nosotros y nunca va a morir”.
Brescia: un club con historia y figuras inolvidables
Brescia no solo es un club tradicional, sino también un punto de encuentro para figuras emblemáticas del fútbol. Roberto Baggio, ídolo eterno, jugó allí sus últimos años entre 2000 y 2004, con 101 partidos y 46 goles, creando una conexión inquebrantable con la hinchada. También pasaron nombres como Andrea Pirlo (nacido en la ciudad), Pep Guardiola, Gheorghe Hagi, Luca Toni, Marek Hamsik, Mario Balotelli y Rodrigo Palacio.
El club disputó 23 temporadas en la Serie A, siendo la última en la campaña 2019/20. Su mejor ubicación fue un octavo puesto en 2000/01, en la era de Carlo Mazzone, con un equipo recordado por la combinación de experiencia y talento joven.
Un nuevo comienzo desde abajo
Con esta situación, Brescia se suma a la lista de clubes tradicionales italianos que han perdido su lugar en las ligas profesionales por razones económicas o administrativas: Nápoles, Parma, Palermo, Catania, Chievo Verona, entre otros, ya han pasado por situaciones similares. El futuro inmediato del club pasa ahora por los tribunales deportivos y las gestiones para reinsertarse en categorías amateurs.
En la ciudad, sin embargo, el espíritu no está vencido. Las voces de la hinchada insisten en que el Brescia volverá a renacer: “Este no es el final. Somos parte de una historia que va más allá de los resultados y las deudas”.
El fútbol italiano, mientras tanto, pierde a otro de sus emblemas provinciales, víctima de una gestión que no estuvo a la altura del legado.
