Los habitantes del territorio norteamericano deberán ajustar sus relojes muy pronto por segunda vez en el año, luego del primero el 9 de marzo pasado. ¿Cuándo entra en vigor el siguiente cambio horario en Estados Unidos este 2025?
Este mecanismo de modificar el horario dos veces al año, que entró en vigor en 2007, fue cuestionado por el presidente de ese país, Donald Trump, quien señaló que el cambio basado en la temporada de verano presentaría “inconvenientes” y resultaría “muy costoso para la nación”, a través de Truth Social en noviembre de 2024. Mientras siga vigente, ciertos estados deberán adaptarse a la ley del Congreso.
La normativa establece que el horario de verano inicia el segundo domingo de marzo, que este 2025 se adelantó una hora el día 9, y culmina el primer domingo de noviembre. Por ello, los habitantes de EE.UU. deberán ajustar sus relojes el próximo domingo 2 de noviembre, cuando a las 2 horas se cambiará a la 1 hs.
En medio de más de 750 proyectos de ley y resoluciones por parte de líderes estatales que pusieron sobre la mesa el debate para mantener el horario de verano, conocido como Daylight Saving Time (DST), la medida actual se mantiene bajo la supervisión del Departamento de Transporte de EE.UU. (DOT, por sus siglas en inglés).
Si bien se trata de una norma federal, los territorios pueden optar por la exención de ajustar los relojes dos veces al año, según la Ley de Horario Uniforme, aprobada en 1966, que presenta el requisito de que se debe implementar a nivel estatal.
Actualmente, siete territorios no cambian la hora en este momento del año, que son:
Ciertos estados de ese país, como es el caso de Arizona, cuestionaron la decisión del ajuste del horario de verano por diversos factores. Por ejemplo, lograr una mayor cantidad de horas de luz solar durante el día o combatir el clima severo para compaginar con actividades diurnas.
En ese sentido, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una ley que tiene el objetivo de mantener el Daylight Saving Time durante todo el año, pero el Congreso de EE.UU. no habilitó por el momento esta modificación en el territorio.
El Congreso nacional consignó diversos estudios que abordaron el impacto de esta modificación en los habitantes de ese país. Los argumentos generales resaltaron los objetivos de reducir el consumo energético o el aprovechamiento del tiempo de luz natural, pero los informes no aportaron nada concluyente al respecto.
Entre los datos que se proporcionaron, se encontró una reducción del 0,02% en el uso de electricidad con este mecanismo, según el análisis del Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés) de 2008.
Por otra parte, una investigación académica de 2020, que citó el Servicio de Investigación del Congreso, indicó un posible aumento de ataques cardíacos en los días posteriores al cambio de horario.