Federico Girotti caminaba este lunes por la noche hacia el micro estacionado en el estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini», donde poco antes Talleres había quedado eliminado de la Copa de la Liga tras empatar con Independiente. El delantero del conjunto cordobés masticaba bronca y, si bien inicialmente se excusó de realizar declaraciones, bastó una mínima pregunta para que explotara definitivamente. “Nos quisieron acostar y nos acostaron”, acusó.
Sus dardos estuvieron dirigidos hacia varios frentes. El equipo arbitral, encabezado por Nicolás Ramírez, fue uno de ellos. “Pensé que era un árbitro serio”, declaró el ex goleador de River y San Lorenzo.
Sin embargo, los más pesados recayeron en la AFA y Pablo Toviggino, tesorero de esa entidad y hombre cercano a Claudio Chiqui Tapia, quien recientemente apuntó contra Juan Sebastián Verón y Andrés Fassi, presidentes de Estudiantes de La Plata y Talleres, respectivamente, por sus posturas acerca del desembarco de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino.
Los tenía en la cabeza cuando marchaba hacia el micro, aunque al principio evitó lanzarlos. “Es para cagada si hablo, porque nos quisieron acostar y nos acostaron”, sugirió a la pasada. Pero ante una repregunta, Girotti no dudo en volver sobre sus pasos y comenzar a disparar. “Nos quisieron sacar y nos sacaron… Todas las boludeces que se hablaron y nos sacaron”, acusó, todavía sin ponerle nombre y apellido a su queja, pero dejando en claro hacia dónde se direccionaba.
Federico Girotti anotó el primer gol de Talleres en el empate 2-2 ante Independiente en Avellaneda.“En el primer tiempo nos echan un jugador (Miguel Navarro) en un penal que ni ellos reclaman ni se dan cuenta. Al lateral por izquierda (Ayrton Costa) lo tenían que echar. Nos quisieron y nos quieren tumbar desde hace varios meses y hoy lo lograron. Nos sacaron. Nos robaron la ilusión”, manifestó con una evidente carga de molestia.
Luego, comenzó con los nombres propios: “En este fútbol que está tan manchado, con tantas cosas que se dicen, sale a hablar Toviggino en la semana… ¿Quién es Toviggino? Que nosotros, que (Juan Sebastián) Verón, que el fútbol argentino. Parece que acá los cabezas de termo tienen ventaja, y como somos un club ordenado, les da bronca que estamos bien, y así nos sacan».
«Pasa en este país, hacer las cosas bien está mal. Acá sirve ser cabeza de termo y hacer las cosas mal. A los clubes que hacemos las cosas bien, River, Estudiantes, nosotros, parece que nos quieren voltear», lamentó.
Hace unos días, en un posteo realizado en X, Toviggino linkeó una nota de Clarín a Verón y le pegó a Fassi. “Jaja vos y otro que vive más en México que en Argentina, son los mulos de una idea ajena a ustedes. ¡No olviden que necesitan de los VOTOS DE LA ASAMBLEA DE AFA! Ya no hay DNU que nos obligue. Cuando se conozca el proyecto que prepara AFA, quedarán ambos con el culo al aire», advirtió el dirigente de AFA. La publicación derivó en una intervención en esa misma red social de Daniel Scioli, actual titular de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación.
«Lastimosamente es así, venimos acá sabiendo lo que podía pasar”, aseguró Girotti. Y puso la mira sobre el árbitro: “A Ramírez lo tenía como uno de los árbitros más serios del fútbol argentino. Lo hablé con él, le dije ‘Nico a nosotros no, vos sos serio’. Todas las chiquitas fueron para ellos”.
“Un jugador nuestro hace algo, directo una amarilla. A mí me cobran un offside en campo propio. Nos quisieron voltear y nos voltearon», insistió el jugador cordobés de 24 años, quien anotó el primer gol de su equipo en Avellaneda.
También emitió una fuerte denuncia contra el VAR. «Vos si mirás la Premier o la Liga de España, el VAR tarda 15-20 segundos. Acá tardan cinco o seis minutos y tranquilamente te pueden editar al jugador y ponerlo un metro más adelante. No hay seriedad y así es difícil”, indicó.
Y concluyó: “Se cagan en el laburo nuestro. Nos rompemos el orto todos los días para que partido a partido nos roben y nos quiten la ilusión”. A esa altura de la noche, que también fue adversa para el local porque tampoco pudo clasificar a la siguiente ronda, Girotti ya no se preocupaba por ocultar su enojo.
ES
