El Consejo de Fútbol de Boca Juniors apartó a Marcos Rojo del plantel profesional. La medida se tomó tras un nuevo conflicto del defensor con el entrenador Miguel Ángel Russo, que le impidió participar de una charla grupal este martes. La reacción del defensor derivó en una sanción terminante que se ejecutó este miércoles y marca el final de su etapa en el club.
La dirigencia de Boca tomó la determinación de separar a Marcos Rojo del grupo principal. El jugador tiene prohibido el ingreso al vestuario principal y debe entrenarse de manera diferenciada, una decisión comunicada por Raúl Cascini y Marcelo Delgado, miembros del Consejo de Fútbol.
La sanción se materializó este miércoles en el predio de Ezeiza. Al llegar a la práctica, un utilero le notificó la restricción de acceso. El defensor se cambió en otro sector y realizó los trabajos físicos junto a Marcelo Saracchi y Cristian Lema, los otros futbolistas apartados del grupo.
El conflicto final estalló el martes, cuando el técnico Miguel Russo organizó una charla grupal con los jugadores que participaron del partido contra Huracán. Rojo y Saracchi intentaron sumarse a la reunión, pero Russo les negó la participación porque no estuvieron en la convocatoria. El defensor reaccionó mal, discutió con los ayudantes del cuerpo técnico, lanzó insultos y abandonó el entrenamiento.
Cabe aclarar que la relación entre Rojo y Miguel Russo comenzó a deteriorarse durante el Mundial de Clubes: el defensor era suplente de Ayrton Costa. Una dificultad con el visado de Costa le abrió una posibilidad, pero el ex Independiente solucionó el problema, viajó y Rojo volvió al banco.
Cuando Costa sufrió una lesión, el cuerpo técnico necesitaba rearmar la defensa para el partido contra Auckland City. Rojo se ausentó de la práctica y apareció en el gimnasio sin previo aviso. Russo le reclamó su actitud. Ese cortocircuito tensó el vínculo de manera definitiva. El entrenador ya había advertido públicamente sobre la necesidad de tomar decisiones fuertes para cambiar el rumbo del equipo, que acumula 11 partidos sin victorias.
Marcos Rojo llegó a Boca a principios de 2021 como una figura estelar, pero su paso por el club fue irregular. Jugó menos de la mitad de los partidos del equipo debido a lesiones y suspensiones. Protagonizó varios episodios de indisciplina que generaron malestar interno.
Sufrió expulsiones innecesarias en partidos decisivos. Festejó un título en el campo de juego con un cigarrillo y cerveza. También participó de un partido de fútbol amateur bajo la lluvia durante el cumpleaños de Agustín Almendra.
Su última sanción ocurrió bajo la dirección de Mariano Herrón. Se ausentó a una práctica con un supuesto cuadro gripal. En el club no le creyeron y la dirigencia pidió su exclusión del partido contra Independiente, donde Boca quedó eliminado del Torneo Apertura.
El futuro del defensor es incierto. Tiene contrato con Boca hasta diciembre de 2025, pero el club buscará una salida anticipada. Estudiantes de La Plata, su club de origen, tuvo contactos informales para su regreso. No hubo avances en la negociación. Boca pretende una compensación económica por su ficha.
Los clubes interesados esperan que el jugador consiga la libertad de acción. Con el libro de pases del fútbol argentino cerrado, sus opciones son limitadas. Solo podría sumarse a otro equipo local en agosto si esa institución vende un jugador al exterior y libera un cupo. La otra alternativa es buscar un destino fuera de la Argentina.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.