River volvió a demostrar su carácter en un estadio difícil: se impuso 2-1 frente a Estudiantes de La Plata, en un duelo picante, tanto adentro como afuera de la cancha.
River golpeó de entrada y obligó a Estudiantes a remar a contracorriente. Apenas habían pasado seis minutos cuando Giuliano Galoppo apareció en el área para conectar un córner con un cabezazo certero y poner el 1-0. El Pincha no tuvo tiempo de reaccionar: a los 13, Nacho Fernández amplió la ventaja tras capturar un rebote dentro del área, en una jugada revisada y convalidada por el VAR.
Pero el partido daría un vuelco antes del cierre del primer tiempo. Lucas Martínez Quarta, cometió faltas reiteradas, acumuló dos tarjetas amarillas y fue expulsado al minuto 39. Desde ese momento, River debió replegarse y afrontar los últimos minutos de la etapa inicial con un jugador menos. Estudiantes lo aprovechó para estirar la presión, pero sin claridad suficiente.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En el complemento, Estudiantes salió con otra actitud: buscó los espacios por las bandas y generó algo de peligro a través de centros. Tuvo algunas aproximaciones concretas, pero se encontró con un rival firme, que pese a la inferioridad numérica logró cerrar los espacios, reorganizarse en defensa y manejar los tiempos.
Salas jugó un partido especial. Como si su llegada a River –y su salida de Racing– hubiera despertado un fastidio general de todas las hinchadas, el delantero se peleó con el público pincharrata, le dedicó gestos, recibió el reto del árbitro Ramírez (que podría haber sido un poco más severo) y salió en el segundo tiempo empujado por los jugadores de Estudiantes. Antes y después de todo eso, jugó bien. O jugó como lo sabe hacer: exigiendo y esforzándose en cada pelota.
El Pincha pudo descontar por un blooper de Armani, pero el VAR lo anuló porque la pelota le había pegado en el brazo a Medina. Sobre el final sí pudo marcar a través de un cabezazo de Santiago Núñez, aunque ya era demasiado tarde para revertir.
River, muy efectivo al comienzo, sufrió con la salida de Martínez Quarta pero logró administrar la ventaja, hacerse fuerte en los duelos y sostenerse con disciplina defensiva. En La Plata, con esta victoria, suma tres puntos clave que lo consolidan en el primer puesto del torneo, mientras que Estudiantes quedó séptimo. Los dos tienen una misión urgente: los partidos de cuartos de la Libertadores, esta semana.