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Buenos Aires
18 enero, 2025

El peor enemigo de la bolsa es la tasa y ahora inversores deben tener cuidado tras decisión del BCRA

El Banco Central de la República Argentina mantuvo en el 32,0% anual la tasa de política monetaria, mientras que decidió reducir la tasa de devaluación del 2,0% al 1,0% mensual. Si esto se repite hasta fin de año, la tasa de devaluación se ubicará en el 13,8% anual para el año 2025.

Un bono que ajusta por tasa de interés capitalizable, con vencimiento el 15 de diciembre de 2025, tiene una tasa de retorno del 30,0% anual. Esto implica que la tasa medida en dólares mayoristas sería del 14,2% anual. Un negocio brillante.

Es probable que quienes realicen esta inversión deseen medirla con el dólar billete. En ese caso, podría darse el escenario de que, para fin de año, la brecha sea del 0%, por lo que la tasa sería del 30,0% anual en dólares.

Menos devaluación e inflación a la baja: qué pasa con las tasas

Con una tasa de política monetaria en el 32,0% anual y una tasa de devaluación esperada del 13,8% anual, parece muy probable que la tasa de inflación se precipite a la baja, ubicándose en torno al 18,0% anual, como proyectó el gobierno cuando presentó el presupuesto 2025, que luego no se trató en el Congreso.

Los bancos prestan dinero a una tasa nominal del 35%. Si la convertimos a tasa efectiva, sube al 41,2% anual. Si comparamos esta tasa con la inflación esperada, las empresas que toman financiamiento están convalidando una tasa real del 19,7% anual, que es elevadísima, lo que invita a que los negocios se lleven a cabo con capital propio.

Durante el año 2024, las tasas de interés activas (las que rigen para préstamos) han tenido un recorrido a la baja, acompañando la caída de la inflación. Las empresas deberían reestructurar los pasivos con las entidades financieras, ya que quedaron endeudadas a tasas muy elevadas respecto a la inflación vigente.

En el pasado, sacar un crédito era algo accesible. Las tasas eran negativas contra la inflación, costaba pagar la cuota 1 y era fácil pagar la cuota 12. En la actualidad, las tasas son positivas contra la inflación, pero como la inflación baja y los créditos son a tasas fijas, cuesta más pagar la cuota 12 que la cuota 1.

Es necesario que los bancos ofrezcan más financiamientos a tasa variable, para acompañar la baja de la tasa de interés respecto a la tasa de inflación. Es necesario que se ofrezcan más créditos bajo el sistema alemán, que amortiza en cuotas iguales, que el sistema francés, cuya amortización es creciente. Lo ideal es tomar financiamiento a un año con amortización en un solo pago al final, y con adelanto de intereses. Lo que llaman crédito bullet.

Cómo moverse en el mercado de capitales, con tasas de interés positivas

Volviendo al mercado de capitales, el peor enemigo de la bolsa es la tasa de interés. Mientras tengamos que convivir con tasas de interés muy positivas respecto a la tasa de inflación y devaluación, no hay suba posible para los bonos soberanos en dólares o las acciones.

El mercado desarrolló una suba muy importante entre agosto de 2024 y enero de 2025, pero tenemos la sensación de que se quedó sin combustible. No hay una narrativa clara para los próximos 60 días, y la posibilidad de un acuerdo con el FMI y levantar el cepo podría estar disponible para abril o mayo.

Una toma de ganancias en el mercado durante los meses de enero y febrero parece lógica y saludable, ya que, mirando hacia marzo en adelante, hay que preparar un escenario económico que ayude al Gobierno a ganar las elecciones legislativas. Hay que comenzar a comprar pensando en el probable valor de los activos financieros para octubre de 2025. Si compramos a los precios actuales, parece difícil hacer una gran diferencia; mejor esperar y comprar a la baja.

Mientras tanto, las tasas en pesos son excepcionalmente elevadas respecto a la inflación y la tasa de devaluación esperada. Por otro lado, el dólar billete está llamado a quedarse en torno a los valores actuales. La utilización de billetes para la vida cotidiana ayudará a mejorar los costos de transacción de la moneda estadounidense. La utilización del dólar billete en la circulación cotidiana es la antesala de la dolarización de la economía. Cada vez tendremos menos pesos como porcentaje del conjunto de bienes y servicios de esta economía. El peso será escaso y los dólares abundantes. Quien espere una devaluación, perderá.

Conclusión: con tasas positivas en dólares, no hay espacio para una suba de acciones y bonos

A modo de conclusión, algunos puntos a tener en cuenta:

  • Esperamos una tasa de devaluación para el año 2025 que como máximo se ubique en el 13,8% anual, mientras que la inflación podría ubicarse en el 18% anual. Estas tasas conviven con una tasa de política monetaria del 32,0% anual, que medida como tasa efectiva nos da una tasa del 37,1% anual. Claramente, tasas muy positivas, del 20,5% en dólares y del 16,2% por encima de la inflación.
  • Buen momento para los inversores en pesos, pero mal momento para quienes desean financiarse en pesos, con tasas que son un salvavidas de plomo para la actividad económica.
  • Las provincias, en su mayoría, le cobran altas tasas de ingresos brutos a los bancos, con lo cual entorpecen la baja en el costo del financiamiento. Por otro lado, los bancos no son eficientes y trasladan a precio los costos de funcionamiento. El emprendedor es el pato de la boda en este escenario. La baja de impuestos del Estado nacional, provincias y municipios se sigue demorando.

No hay espacio para una suba de acciones y bonos con tasas tan positivas en dólares y contra la inflación esperada. Esto es Carry Trade al palo: invierte en pesos mientras el dólar se mantiene calmo. Si acciones y bonos corrigen, tendremos un escenario de negocios muy positivo para el año 2025, ya que este mercado verá precios muy altos en el segundo semestre, cuando Argentina acuerde con el FMI, salga del cepo y si el oficialismo gana las elecciones de mitad de mandato.

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