Los salarios registrados aumentaron 1,6% en junio, un porcentaje similar a la inflación de ese mes, de acuerdo a los datos del INDEC. Y en seis meses acumulan un alza del 14,6% versus una inflación del 15,1%.
En cambio, los salarios de los no registrados tuvieron una suba de 8,9%, pero ese porcentaje no corresponde a junio. Y es porque existe un atraso de hasta cinco meses en los valores de los salarios que el INDEC toma en cuenta y difunde para los trabajadores informales.
Si se excluye al sector informal, los sueldos de los trabajadores registrados privados subieron en junio 1,7% y los del sector público 1,3%.
A su vez, ese 1,3% se desglosa en el 1,1% del sector público nacional (que excluye universidades nacionales) y 1,5% del público provincial.
En los primeros 6 meses del año, los asalariados registrados privados acumularon un alza del 13,7% versus una inflación del 15,1%. Una diferencia en menos del 1,2%.
En tanto los salarios del sector público alcanzaron el 16,5%, desglosado en un 10,6% para el orden nacional – una pérdida del 3,9%–y 19% provincial, en este caso una mejora del 3,4%.
Esta caída del poder de compra de los ingresos de los trabajadores registrados privados y públicos nacional se vincula al “cepo salarial” oficial que no homologa los convenios alcanzados entre empresarios y sindicatos si contienen aumentos que superan el 1% promedio mensual.
La consultora ACM señala que si se amplía la comparación al inicio de la actual gestión —noviembre de 2023— “el salario privado registrado cayó 0,5% real, mientras que el sector público muestra un ajuste más pronunciado, con una baja de 14,2%”, por encima de los retrocesos durante las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
La consultora ACM agrega que “la evolución del salario real comenzó a traducirse en una recuperación más gradual, en contraste con la mejora más pronunciada observada durante el segundo semestre de 2024. Desde entonces, la dinámica del poder adquisitivo del salario registrado muestra signos de estabilidad, con una leve tendencia a la baja en los primeros meses de 2025.
Esta pausa ocurre en un contexto donde el Gobierno busca “desindexar” las paritarias respecto a la inflación pasada, expresando su rechazo a homologar acuerdos con subas superiores al 1% mensual, lo que dio lugar —en la práctica— a la creciente utilización de aumentos por suma fija como mecanismo compensatorio.
“Si la dinámica salarial observada entre enero y junio se mantiene, con subas mensuales de entre 2% y 2,5% en el sector privado registrado según INDEC, y la inflación anual se ubica en torno al 27,3 %, el salario real podría cerrar en 2025 con una mejora interanual de entre 1% y 3%”, dice ACM.
En tanto, para la consultora LCG, “el mercado de trabajo sigue ajustando por precio (salarios) y no tanto por cantidades (desempleo)”. Y agrega que la mejora del salario real “difícilmente se sostenga sobre todo luego de la suba reciente del tipo de cambio y su consecuente impacto en precios que seguramente supere el 1% tope de paritarias”.