El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aseguró este domingo que las relaciones diplomáticas con Argentina «no están en su mejor momento, pero no están rotas», pese al conflicto que se desató tras los fuertes insultos del presidente Javier Milei ante su par colombiano Gustavo Petro y luego de que éste expulsara al cuerpo diplomático argentino de la embajada en Bogotá.
«Somos unos convencidos de la necesidad de la integración de América Latina y el Caribe, pero esta debe llevarse a cabo en el marco de una interlocución respetuosa de las personas, los líderes y sus diferencias«, dijo Murillo en diálogo con El Tiempo. Y agregó que ese no sería el caso de Milei «por las repetidas declaraciones irrespetuosas» de su parte.
En ese sentido, aseguró que desde el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano están «en proceso de comunicar los alcances de la decisión que, con mucho dolor», tomaron. Esa decisión fue la de expulsar al cuerpo diplomático argentino.
«En el marco de las acciones diplomáticas, decidimos desde el Gobierno Nacional expulsar a funcionarios de la embajada de Argentina en Bogotá, sin afectar, por ahora, el servicio consular y procurando siempre la atención adecuada de las necesidades de las y los connacionales, y esperando un cambio de actitud del presidente Javier Milei, que sea conducente a un buen entendimiento en beneficio de los dos países, como ha sido la tradición entre Colombia y Argentina», explicó.
«Nuestro objetivo es que el presidente Javier Milei, jefe de Estado, entienda que tomamos muy en serio la defensa de la dignidad de la figura presidencial de Colombia y no vamos a permitir que siga insultando con palabras desobligantes y de irrespeto inaceptable en contra del presidente Gustavo Petro, elegido democráticamente por las y los colombianos», añadió.
De todas maneras, el canciller aseguró que con esa decisión no están «rompiendo relaciones diplomáticas entre Colombia y Argentina», que se mantienen.
«No están en su mejor momento, pero no están rotas. Queremos que quede claro que no aceptamos las expresiones de irrespeto del presidente Javier Milei», aseguró.
Murillo dijo también que el intercambio actual entre los dos países «es significativo» y explicó que en 2023, por ejemplo, Colombia exportó desde Argentina «cerca de 1.315 millones de dólares» y exportó «alrededor de 360 millones» de la misma moneda.
«Las medidas que hemos tomado no afectan este intercambio y esperamos que siga así. Es preciso decir que también tenemos una relación de trabajo muy importante en otras áreas como, por ejemplo, la lucha contra las redes criminales transnacionales. Este tipo de cooperación no debe verse afectado. Haremos frente a los desafíos de este difícil momento en las relaciones de manera anticipada, y a medida que vayan surgiendo en todas las áreas, incluyendo el mantenimiento de los lazos de cooperación en materia consular, económica y judicial, entre otras», remarcó.
Además, dejó un mensaje de tranquilidad para los colombianos que viven en Argentina en medio de este insólito conflicto entre los presidentes.
«Lo primero es recordar que todas y todos los colombianos en el exterior son prioridad principal para el Gobierno Nacional. En ese sentido, les daremos respuestas institucionales que atiendan sus necesidades y permitan mantener los vínculos de nuestros connacionales con el país. Continuaremos garantizando que sus derechos no se vean alterados o vulnerados, sobre todo el de la población estudiantil en ese país. En las decisiones que hemos adoptado y que se puedan adoptar en el inmediato futuro esperamos no afectar, o se afecten al mínimo, los servicios consulares«, dijo.
Y siguió: «Esperamos que los servicios consulares sigan funcionando normalmente para que la población, en principio, no resulte afectada. Es preciso decir que nuestro cónsul en Buenos Aires, Germán Gómez, y todo su equipo están trabajando normalmente, atendiendo los trámites que necesitan nuestros connacionales y asistiéndolos cuando lo solicitan».
Sobre la chance de que el conflicto escale aún más y ambos países rompan relaciones, el canciller de Petro remarcó que «Colombia y Argentina son pueblos hermanos con una relación bilateral histórica» y que no puede adelantarse «y opinar sobre cosas que no han ocurrido».
«Nuestro país continúa encaminando todas sus posturas hacia la defensa férrea de una relación respetuosa. Espero que podamos superar este difícil momento y que el Gobierno argentino entienda nuestro mensaje, pero, las últimas declaraciones del presidente Javier Milei indican que hasta ahora no ha sido así», enfatizó.
Por último, aseguró que no es la primera vez que toman un medida en la que expresan su inconformidad con acciones diplomáticas: «Ya habíamos llamado a consulta a nuestro embajador en Buenos Aires, Camilo Romero. Aun así, el presidente Javier Milei reincide en ese tipo de irrespeto. Entonces escalamos la forma de expresar nuestra inconformidad y enfático rechazo a esos actos ofensivos contra nuestro presidente y nuestro país. Estamos seguros de que este es un hecho repetitivo que afecta significativamente las relaciones históricas de amistad entre las dos naciones y, claramente, deterioran las posibilidades de entendimiento de ambos pueblos».
El conflicto entre Milei y Petro viene incluso desde antes que el libertario fuera elegido Presidente por el pueblo argentino. La última declaración del argentino sobre Petro, al que llamó «terrorista asesino» en una entrevista con CNN, se suman a una larga lista de descalificaciones entre uno y otro.
Quizá uno de los primeros enfrentamientos fue en agosto de 2023, cuando Milei dijo, en un programa de radio colombiano, que un socialista «es una basura, es excremento humano». Petro rápidamente salió a responderle en redes sociales. «Esto decía Hitler», le contestó.
En noviembre, y ante las elecciones presidenciales, el mandatario colombiano no tuvo reparos en manifestar un claro apoyo a Sergio Massa: «En Argentina se decide no solo el futuro de su pueblo sino la esperanza de América Esperanza o barbarie deciden los argentinos. Un Milei que nos regresa a Pinochet y Videla. O un Massa que puede abrir caminos de esperanza. No tengan dudas. Nunca hay que votar por la barbarie y siempre hay que votar por la esperanza».
Con el triunfo de Milei, Petro remarcó sus diferencias aunque luego matizó su confrontación.
«Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisión de su sociedad. Triste para América Latina y ya veremos… El neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad», fue su primera reacción.
El nuevo año no trajo una desescalada. En enero, Milei definió a Petro como un «comunista asesino» que estaba hundiendo Colombia y en febrero calificó a gran parte de los presidentes latinoamericanos como «una plaga».
Como respuesta, el Ejecutivo de Colombia manifestó su «enérgico rechazo» a lo que calificó de «irresponsables declaraciones. Lo hizo a través de su Cancillería, que entonces llamó a consultas a su embajador en Argentina: «El Gobierno de la República de Colombia presenta su más contundente y enérgico rechazo ante las irresponsables declaraciones del presidente de la República de Argentina, Javier Milei, al referirse al presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro».
La disputa siguió escalando. La sacó a relucir Petro, en un discurso con objetivo electoral, el 7 de marzo.
«Una Milei, como pasó en Argentina… No, bueno, qué chévere que parece loquita que está muy bien, que mire qué chistes hace una o uno y después llega con el asadón encima de la cabeza y con la sierra eléctrica mostrándola. Aquí no volvemos a la esclavitud, aquí hay que profundizar la democracia», dijo con la mira en 2026.