Luego de su discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, en el que apuntó contra la comunidad LGTB y “la izquierda”, el presidente Javier Milei fue denunciado penalmente por amenazas, incitación a la violencia y abuso de autoridad, entre otros delitos.
La denuncia fue presentada por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y tramita ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 3, a cargo del juez Daniel Rafecas. Pero esta no es la única presentación en contra del jefe de Estado por su exposición en los Alpes suizos: también fue denunciado por el abogado Gregorio Dalbón; el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, y la exdiputada Myriam Bregman.
Es la primera vez que FALGBT denuncia penalmente a un presidente de la Nación. El escrito presentado sostiene que, desde su llegada al Gobierno, “Javier Gerardo Milei ha iniciado una escalada de violencia hacia diversos colectivos y grupos sociales, so pretexto de encarnar una ‘batalla cultural’”. Y advierte: “Sin embargo, con el correr de los meses, esa actitud agresiva se ha ido radicalizando hasta llegar a convertirse en amenazas concretas que configurarían acciones de intimidación pública, incitación a la violencia colectiva, incitación al odio y discriminación”.
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En diálogo con PERFIL, la presidenta de la FALGBT, María Rachid, explicó: “Todo el discurso del presidente Milei es un compilado de amenazas, intimidación, violencia y discriminación”. “Poner como ejemplo a una pareja gay que cometió abusos para decir que quienes defendemos los derechos LGTB —que él llama “ideología de género”— somos pedófilos, es como decir que quienes defienden los derechos de los heterosexuales son pedófilos por un caso de abuso sexual de una persona o pareja heterosexual, como lo son la mayoría de los casos. Ni teniendo en cuenta ese dato sería lógico decirlo”, agregó.
Además, la exdiputada y vicepresidenta del INADI recordó que el presidente tildó de “zurdo” varias veces al exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, sobre quien comentó: “A su izquierda creo que estamos el 90% de la sociedad”. “Milei apuntó contra los ‘zurdos’ defensores de la ‘ideología de género’, es decir, quienes defendemos los derechos de las mujeres y las diversidades y la ‘ideología woke’, que no es más que quienes luchan contra la injusticia, el racismo, el patriarcado y por el cuidado del medioambiente”, analizó Rachid.
El Foro Económico Mundial es un evento en el que participan numerosos líderes políticos y empresariales. En ese contexto, de exposición internacional y bajo la investidura presidencial, lejos de restringirse a los aspectos económicos, Milei cuestionó los procesos de hormonización de las personas trans, hizo referencia a un caso de abuso sexual infantil estadounidense con el que señalaría a la comunidad homosexual, y criticó el agravante de femicidio. Horas antes también había insultado a quienes adhieren a los ideales de izquierda y había dicho: “los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta”.
Qué es la ideología woke a la que le apuntó Milei en Davos
En sintonía con los últimos planteos del filósofo Franco “Bifo” Berardi, la socióloga especializada en género Ana Clara Benavente, al analizar el discurso en Davos, llegó a la conclusión de que Milei, al igual que la ultraderecha, busca romper el pacto de 1948 alcanzado después del holocausto. “Milei está diciendo ‘la paz nos hace débiles’, lo que se traduce en ‘no hay que adherir más a ese pacto’”, señaló Benavente.
“El horror del holocausto fue el cimiento que creó el consenso necesario para determinar que, por el sólo hecho de pertenecer a la especie humana, gozamos de derechos básicos. Estos derechos humanos hoy son objetados por las ultraderechas en el mundo”, señaló Benavente y analizó: “Milei no le declara la guerra a las feministas y a los activistas ambientales, Milei le declara la guerra al mundo que conocemos después del genocidio”.
“Le declara la guerra a la educación cívica occidental, que ha enseñado durante más de 70 años que no está bien discriminar, que la desigualdad existe y es necesario combatirla, que la inmigración no es sinónimo de delito, que la educación, la vivienda, la salud, la alimentación y la dignidad son derechos básicos”, concluyó Benavente.
ML