El electorado bonaerense salió masivamente a castigar al Gobierno Nacional. No hubo tanto ausentismo como muchos preveían. Dato de color: en el Conurbano se vio, como pocas veces antes, a una gran cantidad de personas con discapacidad entrando a las escuelas de votación. Personas en silla de ruedas, con bastones y padres acompañando a sus hijos con algún retraso madurativo.
Este domingo, Axel Kicillof se puso el traje de candidato a presidente 2027. Falta mucho, pero la ganancia parece ser toda para el gobernador que se enfrentó a Cristina y Máximo Kirchner para desdoblar la elección provincial de las nacionales del 26 de octubre. Los Kirchner siempre creyeron con cierta comodidad que el peronismo perdería, con Kicillof como padre de esa derrota.
Los jefes comunales del Gran Buenos Aires fueron los otros grandes triunfadores. Demostraron que al aparato municipal le cambiaron el aceite para que el motor siga respondiendo. Aceleraron y lograron cruzar la bandera mucho antes que sus competidores.
De 43 municipios que conforman la Primera y Tercera Sección electoral, solo tres comunas se pintaron de violeta: Vicente López, San Isidro y Tres de Febrero, comuna del candidato libertario Diego Valenzuela.
En el resto de los partidos fue paliza. El PJ orilló, en algunos lugares, el 60% de los votos. Eso es más poder municipal por la cantidad de concejales, no así en la cantidad de diputados y senadores provinciales ya que en el interior se necesitan muchos menos votos para lograr una banca bonaerense que en el Conurbano.
Con la ayuda de los caciques municipales, Kicillof tomó impulso para convertirse en el nuevo líder del PJ. Habrá que ver si está a la altura. La Cámpora lo seguirá molestando. Otro dato: “Cristina, salí ahora que está por hablar Carli (Bianco)”, aseguran que se escuchó en el departamento de San José 1111 donde la ex presidenta cumple su condena.
Cristina salió a saludar al puñado de militantes de La Cámpora justo en el momento que Bianco daba en conferencia de prensa los números que daban cuenta del éxito electoral que fue para el PJ la decisión de haber desdoblado la elección.
La respuesta llegó un par de horas más tarde. “Borombombom, es para Axel la conducción”, gritaron en el bunker donde el gobernador festejó el resultado.
En La Plata sostienen que Cristina y Máximo nunca reconocerán la conducción de Kicillof. “Picarán como el escorpión, sin importar el costo para el movimiento peronista”, señalan.
Los intendentes del GBA soñaron con este momento. No tanto el de ser conducidos por Kicillof (a quien muchos le siguen cuestionando errores en la gestión), si no la de ganar autonomía ante lo que sienten un asedio constante e “insoportable” de La Cámpora.
“Fijate como les fue a los intendentes que se encolumnaron ciegamente con La Cámpora y Cristina. Sacaron una diferencia mucho menor que la que obtuvimos nosotros“, chapeó un intendente de la Tercera Sección electoral.
Los intendentes, incluso los que apoyan (¿apoyaban?) a Cristina en su pelea con Kicillof, quedaron furiosos por el ninguneo que La Cámpora les hizo en el cierre de listas para Diputados Nacionales.
Mirando a octubre, en el Conurbano todos dudan del compromiso que los caciques puedan tener a la hora de volver a encender el aparato para conseguir votos. “Faltan dos meses. No me rompas los quinotos y dejame disfrutar tranquilo. Hasta hace un mes nos veíamos todos perdiendo. Esto es un verdadero batacazo debido al contexto. Lo único que te aseguro que Cristina nos va a llamar para comprometernos. Todos le vamos a decir que sí, pero…”, juega otro jefe comunal del PJ, de las comunas grandes de la Primera Sección.
Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Mayra Mendoza presionaron para que el lema de campaña fuera “Cristina Libre”. Eso no sucedió en el Gran Buenos Aires. Incluso en su discurso, Kicillof hizo una mínima referencia al encierro del Cristina. Tampoco Máximo y Mendoza se mostraron en el escenario junto al gobernador. “Odian tener que aplaudirlo”, asegura alguien que sí estuvo y conoce muy bien a los referentes de La Cámpora.