La ministra Sandra Pettovello designó un nuevo síndico en el Fondo Indemnizatorio y de Crédito para la Vivienda (FIDEC), que maneja el Gremio del Seguro, ante sospechas de irregularidades que habrían sido toleradas por el histórico síndico del Fondo, que venía de la gestión anterior.
La designación de Hernán Pablo Rodríguez por un período de cuatro años, en reemplazo del síndico histórico Héctor Blanco Kuhne, puso en alerta al titular del gremio del Seguro, Jorge Sola, quien teme una avanzada del gobierno libertario para controlar «la caja» que se usaba para pagar indemnizaciones a empleados despedidos por empresas quebradas o dar préstamos a los afiliados del sindicato, entre otras actividades.
Rodríguez no es un especialista en el sector de los seguros y llega con el objetivo de auditar y controlar todos los movimientos del FIDEC, que rondarían los 30 millones de dólares, para reportar cualquier irregularidad al secretario de Trabajo, Julio Cordero.
El expresidente Alberto Fernández está imputado e inhibido de sus bienes, por presunta administración fraudulenta, ya que la Justicia sospecha que favoreció a brokers de seguros de su amistad para que los organismos públicos les contraten pólizas millonarias.
La causa judicial que se inició con la revelación de Clarín sobre los contratos que Nación Seguros firmó con ANSES utilizando intermediarios, se convirtió en un gran rompecabezas. Se sumaron 45 contratos de diversos organismos del Estado, la sospechosa intervención de 25 brokers, y una cifra de 3.453 millones de pesos, que al tipo de cambio del momento representan 17 millones de dólares en concepto de comisiones erogadas de fondos públicos.
Uno de esos broker de seguros es Héctor Martínez Sosa, un amigo de Fernández desde hace décadas, casado además con María Cantero, su secretaria privada durante casi toda su carrera pública.
Martínez Sosa estaba junto a Fernández cuando supo que llegaría a la Casa Rosada. Y se quedó siempre pegado a él durante los cuatro años que siguieron. Hoy, tanto Fernández como Martínez Sosa están imputados en una causa judicial en la que se los investiga como posibles beneficiarios económicos de la trama poco transparente vinculada a la contratación de aseguradores que obtuvieron, se presume que por orden del jefe de Estado, miles de millones de pesos garantizados por el Tesoro Nacional.
El ex presidente cuenta con dos imputaciones en esta investigación que lleva adelante el juez federal Julián Ercolini. La carátula detalla los presuntos delitos que habría cometido: abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, incumplimiento de los deberes y malversación de caudales públicos.
Una posible derivación de esa causa judicial podría darse con el sindicato del Seguro, ya que cinco días antes de dejar el Gobierno, Fernández firmó un Decreto para derivar recursos millonarios al Fondo manejado por ese gremio, que antes iban al Ministerio de Economía, según una investigación de Infogremiales.
El Decreto 689, del 5 de diciembre del año pasado, establece un nuevo mecanismo para «ampliar el destino de los fondos asignados al FIDEC», según figura en esa normativa dictada por el entonces presidente Fernández.
Es que cuando una persona es contratada se le asigna un seguro de vida obligatorio. «De ese monto, un porcentaje iba al Ministerio de Economía, desde donde se giraba un porcentaje a la Superintendencia de Seguros, quien transfería una parte al gremio del Seguro», dijo una fuente a Clarín. Y agregó: «Alberto Fernández eliminó la intermediación oficial y derivó todo al sindicato manejado por Sola».
Tal como publicó Nicolás Wiñazki en Clarín, los contratos de seguros que se pagaron en el Gobierno del Frente de Todos, y también en gestiones anteriores, son parte de una trama en la que Fernández tomó protagonismo de modo veloz debido a que él impulsó una medida siendo Presidente que permitió que no solo su amigo Martínez Sosa ganara millones y millones de pesos, sino también porque posiblemente sea el ex funcionario nacional que mejor conozca la dinámica y la trastienda del enredado mundo de las compañías de seguros. De sus regulaciones estatales cambiantes. Lo mismo con sus “jugadores” del ámbito público y privado más importantes. Y del gremio del Seguro que maneja Sola. Ocurre que estuvo al frente de la hoy Superintendencia de Seguros de la Nación durante ocho años. Ese tiempo equivale a casi todo el mandato del Gobierno de quien lo designó en ese puesto, Carlos Menem.
