El paquete laboral que contiene el proyecto de Ley Bases que será tratado este lunes por la Cámara de Diputados tiene en estado de alerta a la CGT. Aunque sus dirigentes reconocen que la iniciativa quedó bastante desgajada respecto de la original y que se quitaron algunos de los temas que más los inquietaban, aún están disconformes. Y presionan para que la iniciativa sea modificada en el recinto de la Cámara baja, justo antes de la votación.
“El texto fue mejorado en un 60%, pero todavía faltaría modificar algunas cosas que nos preocupan”, dijo a Clarín un referente cegetista. La reforma ya fue reducida de sus 60 artículos originales a solo 16.
Pero en los gremios objetan, además, que el texto no surgió de una mesa de diálogo sino que fue impuesto.Más aún: hasta comienzo de esta semana entendían que en la Ley Bases no estaría incluido el capítulo laboral.
Por eso, en la misma tarde de este jueves, tras el dictamen de comisión, los equipos de abogados de diferentes gremios empezaron a analizar el proyecto. Lo analizan contra reloj.
El cegetista Gerardo Martínez al llegar a la Casa Rosada, hace unas semanas. Foto: Fernando de la Orden.Desde los gremios apuntan contra cuatro artículos en particular:
# Artículo 93, que establece que “el trabajador independiente podrá contar con “hasta otros cinco trabajadores independientes para llevar adelante un emprendimiento productivo y podrá acogerse a un régimen especial unificado que al efecto reglamentará el Poder Ejecutivo Nacional.El mismo estará basado en la relación autónoma, sin que exista vínculo de dependencia entre ellos ni con las personas contratantes de los servicios u obras”.
Según sea la actividad, el artículo podría ser más o menos letal. Pero impactaría sobre todo en el sector mercantil y el gastronómico.
“Es un artículo que no tiene forma de ser arreglado”, apuntó el abogado de un poderoso gremio.
# Artículo 91, que fija un agravamiento de las indemnizaciones para despidos por actos discriminatorios de “raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo o género, orientación sexual, posición económica, caracteres físico o discapacidad”.
El problema de este artículo, según los sindicatos, es que no reinstala en su puesto de trabajo al trabajador despedido por un acto de discriminación. Y el trabajador debería tener esa opción. Dicen, además, que la reparación económica choca con otra ley vigente (la 23.592, de medidas contra actos discriminatorios). Así como está, este artículo viola el convenio de libertad sindical de la OIT, subrayan en la CGT.
# Artículo 76, de la promoción del empleo registrado. Entienden que la condonación de multas por empleo no registrado genera una desigualdad de condiciones entre los empleadores que registraron y los que no. “Habría una competencia desleal”, señalan.
# Artículo 81, del régimen simplificado de registro de empleo. Los gremios están a favor de la simplificación, pero les mete ruido que en el artículo dice que “dicho sistema contemplará un importe único para todas las obligaciones emergentes de las relaciones laborales tanto legales como convencionales”.
A algunos abogados de la CGT no les gusta el término “convencionales”. Sospechan que por esa vía se podría afectar el pago de las cuotas solidarias y, así, desfinanciar a los gremios.
Conformes con lo que se quitó
En la CGT admiten que el proyecto tal como tuvo dictamen tuvo varias mejoras. Mencionan que se quitaron la criminalización de la protesta social, la ampliación de actividades esenciales para recortar el derecho de huelga y la penalización de las asambleas en los lugares de trabajo.
Tampoco quedó ninguna afectación al principio de la “ultraactividad” (permite la vigencia de un convenio laboral aunque esté vencido hasta tanto no exista uno nuevo) ni prosperó la propuesta de la UCR de que las empresas dejen de ser agentes de retención de las cuotas sindical, lo que implicaría un golpe a las cajas sindicales.
La CGT tiene llegada a diferentes bancadas. Por su propia identidad peronista, tiene línea directa con la bancada de Unión por la Patria. Pero su interlocutor directo por estas horas es Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Hacemos Coalición Federal. Con él es con quien más vienen interactuando por la reforma laboral que impulsa la Casa Rosada.
Diputados discute este jueves la ley bases. Foto: Federico López Claro.En las últimas horas hubo contactos entre los jefes de las diferentes tribus sindicales. Gerardo Martínez, por ejemplo, cruzó llamados con Hugo Moyano padre y su hijo Huguito, abogado especializado en temas laborales. El líder de la UOCRA, al igual que el clan camionero, tienen objeciones con el proyecto que obtuvo dictamen de comisión.
Eso sí: los gremios no son los únicos que buscan cambios en el dictamen. El ministro del Interior, Guillermo Francos, admitió este viernes que podría haber retoques en el capítulo laboral. Según el funcionario, el bloque radical intentará hacer algunos retoques. La pulseada se definirá el martes, justo antes de la votación.