Entre Ríos deberá pagar unos 65 millones de dólares el 8 de febrero próximo, que forman parte del endeudamiento por USD 500 millones de 2017, y que fue reestructurado con los mayores importes a pagar -unos USD 460 millones- entre febrero del 2024 y el 2027.
El bono entrerriano, emitido en dos series de 350 y 150 millones de dólares, respectivamente, estableció un tope del 16% del total como disponibilidad para los municipios.
Los préstamos a cada municipio
Paraná, con un préstamo de US$ 7.345.306, es la ciudad más endeudada, seguida por Concordia (US$ 4.556.117), Chajarí (US$ 1.246.200), Victoria (US$ 1.092.074), Federación (US$870.000) y Crespo (US$ 834.883,20).
Siguen Santa Elena, que se endeudó por US$ 582.240, La Paz por US$ 498.770, General Ramírez (US$483.854), Viale tomó deuda por US$ 469.066, al igual que Bovril (US$ 436.000), San Benito (US$435.614), Nogoyá (US$ 350.000), Hernandarias (US$346.901), Pronunciamiento (US$ 247.368), Alcaráz (US$ 230.000) y Piedras Blancas (US$ 161.000).
La primera en recibir el desembolso fue Concordia, por más de US$ 4 millones, con un cambio oficial que estaba cercano a los $20 pesos.
La semana pasada el ministro de Economía de Entre Ríos, Julio Panceri, confirmó a Télam que para enfrentar este compromiso se realizará un endeudamiento de unos US$ 40 millones, pero más tarde el propio Frigerio ascendió el monto y lo colocó cercano a los 100.000 millones de pesos, más de US$ 120 millones según el tipo de cambio oficial.
Según el gobernador entrerriano, serán destinados a «los compromisos de pagar salarios, deudas en dólares y deudas con contratistas y proveedores».
«Entre Ríos sufre incertidumbre»
Para los haberes provinciales las cuentas «estaban en cero», aseguró, mientras que reclamó que «faltan más de US$ 30 millones» de un fondo que dejó la gestión anterior para pagar la deuda en dólares, y otros «$20.000 millones de deudas con contratistas y obras que la provincia tiene» que pagar.
Dijo que Entre Ríos sufre «incertidumbre» sobre qué recursos tendrá los próximos meses: «No sé cómo va a venir la recaudación, ni si vamos a recuperar recursos que se perdieron por decisiones nacionales», apuntó.
Por eso, dijo, que «hay muchas incógnitas ante el próximo pago de sueldos», y que «es todo muy difícil de anticipar».
Su ministro de Gobierno y Trabajo, Manuel Troncoso, afirmó que «no queda otra que endeudarse para no caer en default», ya que «emisión no va a haber».