La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner despidió este lunes al Papa Francisco y recordó el primer encuentro que mantuvieron en el Vaticano tras su asunción como líder de la Iglesia.
“Fue el rostro de una Iglesia más humana, con los pies en la tierra sin dejar de mirar el cielo”, expresó la dirigente política en su cuenta de la red social X, donde compartió además tres imágenes del sumo pontífice.
Además, destacó la novela “Megafón, o la guerra” de Leopoldo Marechal era el favorito de ambos. “La primera vez que estuve con Francisco en marzo del 2013 le dije que, como a Megafón, lo esperaban batallas celestiales“, indicó Fernández de Kirchner.
“Se rió mucho y me dijo “Es mi libro preferido, me encanta Marechal””, recordó la exmandataria y expresó: “Te vamos a extrañar Francisco, la tristeza que tenemos es infinita”.
Jorge Bergoglio fue designado Papa en marzo de 2013, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. Previamente, mientras fue arzobispo de Buenos Aires, la relación con el matrimonio Kirchner fue complicada.
El fallecido pontífice fue calificado en su momento como el “jefe de la oposición” por Néstor Kirchner y hubo reiterados cortocircuitos por cuestiones vinculadas a la pobreza, la inseguridad y la corrupción. Aunque el tema que más chispas sacó fue la ley de Matrimonio Igualitario.
En ese momento, a mediados de 2012, una carta enviada a las religiosas carmelitas de la provincia de Buenos Aires, y filtrada a la prensa, generó revuelo dado que Bergoglio calificó a la iniciativa -impulsada por la presidenta Cristina Kirchner- como “una movida del Diablo”.
Al año siguiente, cuando Bergoglio fue elegido para ocupar el cargo máximo de la Iglesia católica, Cristina encabezó un acto en Tecnópolis donde mencionó la noticia y fue acompañada por silbidos por parte de militantes de La Cámpora.
Paralelamente, los diputados kirchneristas encabezados por el entonces presidente de la cámara, Julián Domínguez, se negaban a hacerle un homenaje a Jorge Bergoglio provocando la airada reacción de las fuerzas opositoras como el PRO.
Sin embargo, el panorama cambió durante los años que siguieron. Cristina Kirchner decidió volver sobre sus pasos y comenzó por asistir a la toma de posesión de Francisco. También mantuvo una larga audiencia con él, en una charla mano a mano y sin protocolos, donde le pidió ayuda para su gobierno.
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