En medio de la polémica del gobierno con los movimientos sociales por las cinco mil toneladas de alimentos para comedores populares retenidos en dos depósitos, la Iglesia salió a pedirle en duros términos a la Casa Rosada que los reparta “rápidamente”, al advertir sobre el riesgo de que “se vaya perdiendo la sensibilidad frente a un derecho primario como el derecho al alimento”.
“Nos hemos enterado sobre la existencia de dos depósitos de alimentos que tienen cinco mil toneladas de alimentos guardados”, comenzó diciendo el presidente del Episcopado, el obispo Oscar Ojea, en su reflexión difundida en las redes sociales.
En ese sentido, Ojea dijo que no entra a hacer consideraciones sobre “las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión”.
“Rápidamente tienen que ser entregados, esta sensibilidad frente al pan que yo tengo y puede faltar en otras mesas va contra todo lo que significa, por ejemplo, cuando tiramos comida”, dijo.
Añadió que recuerda “una vieja tradición cristiana asumida por mi abuela materna que me decía que cuando tirará un poquito de pan besará el pan y pensará que ese pan que yo pude comer y que no voy a comer hay otro que realmente lo necesita”.
“Esto es lo que realmente nos preocupa, que se vaya perdiendo esta sensibilidad frente a un derecho que es y que es primario como es el derecho al alimento. Dios quiera que rápidamente los hermanos con tantísimas necesidades puedan alcanzar su alimento diario”, completó.
.Ojea también advirtió sobre el juego online
Por otra parte, dijo que también le preocupa a la Iglesia la expansión del juego online y señaló que los obispos “estamos muy contentos de que haya proyectos en la Cámara de Diputados” para regularlo.
“Desde que se ha legalizado ha crecido tremendamente a través de compañías que se enriquecen muchísimo mediante de esto que significa ´tener un casino en casa’”, subrayó.
Y añadió: “Es impresionante ver en los partidos de fútbol cuando ya no se ve el partido de fútbol, sino que se ven jóvenes apostando continuamente, mirando continuamente el teléfono, más preocupados por apostar que por el partido mismo”.
“Esto –señaló- crea una seria adicción, ha aumentado la ludopatía entre chicos de 14, 15 y 16 años”.
Consideró que “tenemos que estar atentos a este fenómeno que entra dentro de todo el fenómeno evasivo de nuestra realidad que hace que nuestros chicos vayan eligiendo caminos ilusorios, pero también es propio de la pobreza, la multiplicación del juego».
“Cuando la pobreza empieza a ser grande se recurre a esto para poder ganar dinero de cualquier manera y se rompen muchísimas ilusiones, pero lo que preocupa sobre todo es en los adolescentes”.
Hacía el final de su reflexión para solemnidad de la Santísima Trinidad, monseñor Oscar Ojea animó: “Que este amor fraterno especialmente con aquellos que no comen o no comen bien y que este cuidado y esta preocupación por nuestros jóvenes para que no entren en otras adicciones, sean claves para que podamos entrar en este misterio del Dios que es amor y vivir la bondad, la misericordia y la grandeza del corazón que inspira el mismo misterio de Dios.”.
D.D.