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1 noviembre, 2024

La usina universitaria de los funcionarios de Milei: el factor religioso y el vínculo empresarial

La sorpresiva postulación de Manuel García Mansilla a la Corte Suprema, decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral, se suma al desembarco en el Gobierno de varios académicos o dirigentes relacionados con esa casa de altos estudios. Vinculada en sus orígenes a «la derecha católica», esta universidad cuenta con un fuerte arraigo en el mundo empresario a través de su Escuela de Negocios y, al mismo tiempo, ha desarrollado un hospital de prestigio en el que incluso se atendió Cristina Kirchner.

Desde sus inicios la Austral está relacionada con el «Opus Dei», una organización conservadora de la Iglesia que aún hoy ve a la universidad y al hospital como una «obra de evangelización», y en la web oficial ofrece a los estudiantes una capellanía tutelada por la prelatura creada por José María Escribá de Balaguer.

Para un presidente como Javier Milei que considera al aborto un «homicidio agravado por el vínculo» y se encomienda en cada aparición pública «a las Fuerzas del Cielo», no debería sorprender que nutra a su administración de algunos dirigentes relacionados con una institución con un claro sesgo religioso. Pero en el oficialismo aseguran que no es el único factor que explicaría ese vínculo: los principales grupos económicos del país han interactuado con la Escuela de Negocios de esa entidad educativa.

En verdad, cada jefe de Estado se rodea de dirigentes de distintos grupos de pensamiento. En el gobierno de Mauricio Macri hubo varios egresados de la Universidad Di Tella que ganaron espacios de poder en el área económica, por caso.

Pero fue la nominación de García Mansilla, un especialista en derecho constitucional y defensor de la causa «celeste», la que puso en evidencia este vínculo con la casa de altos estudios que tiene su sede central en Pilar. Un estrecho colaborador de Milei reconoció a este diario que «es un académico prestigioso que comparte nuestra visión del derecho».

«Su postulación se explica por la confianza que hay en las estructuras de la Austral», sostuvo, a su turno, una fuente del Senado consultada, que observa «una afinidad» no sólo en el aspecto religioso; aduce que por ese núcleo de coincidencias también hay funcionarios de segundas y terceras líneas que provienen de esta institución.

En la primera línea del Gobierno se cuentan varios dirigentes surgidos de la Austral: la ministra Sandra Pettovello se graduó como licenciada en Ciencias de Familia, el secretario de Educación, Carlos Torrendelll, es docente en esa institución al igual que el diputado Santiago Santurio, que lo había recomendado para el cargo. El titular de la UIF (Unidad de Información Financiera), Ignacio Yacobucci, es egresado de la facultad de Derecho de la Austral, donde García Mansilla es decano.

Para una calificada fuente legislativa del oficialismo consultada, esta suerte de usina de funcionarios libertarios no debería sorprender: «no hay muchas peceras donde pescar dentro del mundo conservador y católico, por eso también se buscó gente con experiencia en administración del Estado en el macrismo y el menemismo».

Sin vinculación con esa casa de altos estudios, también se cuentan en el Gobierno dirigentes de fuerte militancia católica, como la vicepresidenta Victoria Villarruel, la canciller Diana Mondino, el ministro de Salud, Mario Russo o el secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre.

Desde la Austral minimizan cualquier vínculo institucional con el oficialismo y recuerdan que en el Hospital de la comunidad se atendieron la propia Cristina, su hijo Máximo Kirchner y hasta el actual diputado Florencio Randazzo. En la web oficial, con todo, se celebró la nominación de su decano de Derecho a ocupar una silla en el máximo tribunal.

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