Tras la aprobación de la Ley Bases y la reforma fiscal, ahora empieza una nueva etapa para el oficialismo y la oposición. Los mandatarios no quieren perder los acuerdos que consiguieron.
03 de julio 2024, 19:12hs
El proceso para lograr la aprobación de la Ley Bases fue muy largo y arduo para el gobierno de Javier Milei, pero también para los diputados y senadores, que debatieron la iniciativa durante largos meses. Lo mismo sucedió con los gobernadores, que negociaron con el Ejecutivo nacional cambios en el proyecto y beneficios para sus territorios a cambio de votos en el Congreso.
Ahora se inicia una nueva etapa tanto para el oficialismo como la oposición, donde se espera que Milei pueda llevar adelante su plan de gestión. En este contexto, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires) del PRO, y los aliados provinciales Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi no quieren perder lo que consiguieron, más allá de las idas y vueltas en su relación con el Presidente.
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La postura de los gobernadores es la misma que sostienen desde el inicio del tratamiento de la Ley Bases, de apoyar y acompañar, más allá de hacer algunos reclamos puntuales. “Ahora la herramienta la tiene”, repiten los mandatarios.
Es por eso que de acá en más se mostrarán un poco más críticos, pero la intención es mantener el canal de diálogo con el Gobierno, en especial con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Necesitan que a Milei le vaya bien para que les vaya bien a ellos”, remarcó a TN un dirigente de confianza de unos de los mandatarios de peso en el PRO.
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El caso es que el PRO está atravesado por una interna feroz entre dos de sus máximos referentes y fundadores: Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Justamente, la pertenencia de la ministra dentro del Gobierno terminó de tensar la relación.
“Trabajaron mucho como para que Macri venga a romper todo, como acostumbra hacer”, señaló a TN una fuente cercana a uno de los gobernadores. La mayoría de ellos tiene buena relación tanto con Macri como con Bullrich, pero de manera unánime sostienen que ese enfrentamiento entre ellos no contribuye en modo alguno a la delicada situación que atraviesa el país y las provincias. Los mandatarios provinciales necesitan negociar de manera constante con el Gobierno, por lo que necesitan que el expresidente no tensione ese vínculo “desde afuera”.
Pero además, tampoco pueden tomar partido en esa puja porque los gobernadores tienen que gestionar junto con Nación. “Necesitan trabajar con Patricia y no van a meterse en la interna. Menos públicamente”, indicaron desde el entorno de uno de los mandatarios a este medio. “Van a apoyar lo que vean importante y van a defender los recursos que les pertenecen a las provincias. Comparten la misma postura los 10 gobernadores de Juntos por el Cambio”, ratificaron.
Una interna con trasfondo electoral
Sucede que el telón de fondo de la disputa partidaria es la relación del PRO con La Libertad Avanza. Mientras Bullrich y sus adherentes sostienen que hay que acompañar sin condicionamientos; en el macrismo prefieren la cautela y guardar cierta independencia para apoyar en las coincidencias o discrepar cuando así lo entiendan.
Pero la discusión no se agota en el corto plazo ni termina en los próximos meses: en esta interna ya se empieza a discutir el armado político del 2025. Las elecciones legislativas del año que viene serán la gran prueba de fuego para el oficialismo y el sector aliado del PRO sostiene que tendrá igual importancia para el partido amarillo.
“Así se va a definir el mapa político, ya no por las viejas estructuras, sino entre los que apoyan al cambio y los que no lo hacen. Y ahí se verá dónde se ubica cada dirigente”, sostuvo días atrás la diputada nacional Silvana Giudici a TN.
“Nosotros no somos gobierno ni co-gobierno, pero sabemos perfectamente que hace 20 años que el PRO viene trabajando por un país moderno, libre, que fomente el sector privado, que promueva la competencia, que genere riqueza y empleo genuino”, aseguró el jefe de bloque del PRO en la Cámara baja, Cristian Ritondo.
