Semana complicada para el radicalismo en el Congreso. Las fuertes divisiones internas volvieron a quedar expuestas este jueves, en la votación en el Senado que terminó en rechazo al mega DNU de Javier Milei. De 13 integrantes del bloque de la UCR, 10 votaron a favor, 2 por el rechazo, y hubo una abstención, el bonaerense Maxi Abad.
Los nombres de Martín Lousteau, el presidente de la UCR nacional, y el senador Pablo Blanco de Tierra del Fuego, figuraron en rojo en la pantalla dentro de los 42 senadores que le bajaron el pulgar al DNU, asestando un duro golpe al gobierno mileista.
Ambos argumentaron su convicción de la inconstitucionalidad de ese mega decreto. “No es que yo vote con el kirchnerismo, sino que el kirchnerismo está votando con nosotros”, dijo Blanco, quien hasta el final mantuvo en suspenso si se abstendría o votaría por el rechazo. También reveló que lo habían llamado de las empresas fueguinas beneficiadas por el polémico régimen de promoción industrial (que Blanco apoya a rajatabla, como todos en la política fueguina) para pedirle que respaldara el DNU mileista. Es que por ahora la famosa motosierra no se ha metido con ese régimen que permite dejar de tributar millonarios impuestos, un 0,33% del PBI.
Lousteau a su turno recomendó leer a Raul Alfonsín, y criticó duro a Milei. “Un Gobierno que amenaza, atemoriza y amedrenta”, un Presidente “que acumula poder e infunde temor. A una persona así no hay que darle un DNU, más allá de que es inconstitucional”.
“Después dicen ¿con quien votan? “, dijo anticipándose a la crítica por confluir con los K. “Yo voto de acuerdo a mis convicciones. Si quiere ver con quien vota que mire a sus funcionarios, dónde estaba (Daniel) Scioli, dónde estaba (Guillermo) Francos”, devolvió Lousteau, que cuestionó el recorte a las jubilaciones y a las universidades.
Otra senadora, que es radical pero que no integra el bloque, Edith Terenzi, de Chubut, también votó en contra.
A favor del DNU se pronunció entre otros el correntino Eduardo Vischi, jefe de la bancada, que resumió la postura mayoritaria de acompañar. “Queremos colaborar con el cambio… Acá se pasaron 136 DNU sin ningún tipo de tratamiento”, dijo, “y ahora nos rasgamos las vestiduras. Está claro que es una cuestión política”, argumentó. Recordó que habían votado al principio de la sesión por intentar aplazar el tratamiento -lo que fue rechazado- y señaló: “No es el momento de rechazar el DNU, es el momento de apoyar porque el rechazo es un herida muy complicada en lo político y un mensaje muy malo para el país que rasguña la esperanza de los argentinos”.
Ya antes del desenlace, la ferretería Milei había sumado en redes el serrucho hacia Lousteau, que había votado al inicio de la sesión contra el aplazamiento del debate. “Lousteau perdió 12 a 1 dentro del propio partido que preside”, lo fustigo el subsecretario de Medios, Javier Lanari, y Milei sumó su like.
Los ruidos en la UCR del Senado se sumaron a lo sucedido en Diputados en la fallida sesión pedida por un sector de la oposición este miércoles por las jubilaciones. Cinco diputados encabezados por Facundo Manes (sobre 35) bajaron al recinto, aunque no lograron el quórum.
En Diputados también hay una fuerte división, alineamientos cruzados y está discutida la jefatura del cordobés Rodrigo de Loredo.
En ambas cámaras hay diferencias también ideológicas, de cómo pararse frente al gobierno de Milei, entre un sector más socialdemócrata -que no reniega del rol del Estado, no cree en las privatizaciones a mansalva y en la desregulación de la economía a como sea-. Y otro de mirada más liberal.
Pero además en estos días jugó también la necesidad de los gobernadores que conversan con el gobierno sobre un nuevo pacto fiscal con las provincias, y el nuevo texto de la ley Omnibus. Los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Maxi Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), según fuentes partidarias, influyeron sobre sus legisladores sea para que no dieran quorum en Diputados el miércoles y para evitar el rechazo al DNU mileista este jueves en el Senado.
