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31 octubre, 2024

«A veces iba por la calle y me gritaban chau Candela»: el drama de un inocente acusado por el crimen de una nena

«Yo quiero volver a ser el que era antes. Cantaba todo el día, silbaba. Ya sé, ya sé que me absolvieron, que el fiscal no me acusó. Terminó… eso lo entendí, pero… ¿Cómo hago para volver a ser el que era?«, dice el carpintero Néstor Altamirano, hoy con 68 años, sentado en el living de su casa de Villa Tesei (Hurlingham), un lugar que, «salvo la losa«, levantó con sus propias manos. .

Hace apenas unas semanas Altamirano se sacó de encima una mochila muy difícil de cargar: haber participado en el secuestro y asesinato de Candela Sol Rodriguez (11), ocurrido en agosto de 2011. El fiscal no lo acusó en su alegato. Por eso quedó definitivamente afuera de un caso en el que nunca debió haber estado..

El carpintero -oficio que heredó de su padre y su abuelo en su Corrientes natal- dice que es ignorante, que los jueces y fiscales estudiaron, que quién es él para cuestionar si Candela estuvo cautiva en «la casa rosa» de la calle Kiernan 932, domicilio a donde el iba a darle de comer a un perro de una familia amiga.

«¿Qué quiere que le diga? Para mí que la chica no estuvo ahí«, sostiene finalmente, pero siempre con pudor, en voz baja, como si no tuviera derecho a opinar.

«Mi vida cambió desde el mismo día que me llevó la Policía de acá. Me dijeron: ‘El comisario quiere hablar con vos». Bueno así, desabrigado como estaba, me fui. ¡Total vuelvo enseguida!, pensé. Volví a los seis meses. Por eso siempre estaba con miedo. La injusticia se vistió de Justicia conmigo«, reflexiona.

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El carpintero tiene 68 años. Acaba de ser absuelto tras ser acusado durante 13 años por el secuestro de Candela Sol Rodríguez.

-¿Por qué cree que le pasó lo que le pasó?

-Seguramente por como soy. Es fácil acusarme de algo porque no me sé defender. Yo nunca había tenido problemas, no conocía un abogado, un juez, nada. Tuve que empezar a conocer quién es quién. Cuando veía en la tele las cosas pensaba: a mí nunca me va a pasar eso porque yo no lo busco… sin embargo, me pasó.

-¿Cuánto tiempo estuvo preso?

-Seis meses. No puedo decir que me trataran mal, pero estaba encerrado y yo estaba acostumbrado a trabajar todo el día, hacer algo siempre. Y de pronto estar ahí encerrado y pensando cómo estaría mi esposa y eso… qué pasaría conmigo. Es un sufrimiento terrible, no se lo deseo a nadie. Si bien es cierto que hay personas que le pasan cosas peores que a mí, es lo peor que me pasó en la vida.

La La «casa rosa» de la calle Kiernan al 900, donde la Justicia cree que estuvo cautiva Candela.»Para mí nunca estuvo ahí la chica», dice Altamirano.-Finalmente llegó la excarcelación, pero estuvo involucrado más de una década en un caso horrible…

-Eso es lo que le digo, fue terrible, Además siempre te tenés que estar cuidando de lo que puede pasarte con la gente, lo que te pueden decir. A veces me gritaban en la calle… gente que no me conocía, y es duro.

-¿Qué le gritaban?

-Por ahí iba pasando yo lo más bien y me decían , «Ehh, chau Candela» y así. Y bueno… pobre criatura. Por suerte nadie intentó lastimarme, pero hubiera podido suceder. Mucha gente no me creyó, creyó lo que decía la Justicia.

Candela tenía 11 años. Arrojaron su cuerpo en la colectora de la Autopista del Oeste el 31 de agosto de 2011.Candela tenía 11 años. Arrojaron su cuerpo en la colectora de la Autopista del Oeste el 31 de agosto de 2011.-¿Que sintió cuando el fiscal no lo acusó?

-Se me cayeron las lágrimas. Yo tuve un problema de salud y me quedé sin lágrimas, no podía llorar. Es más, falleció mi madre hace un par de años y no la pude llorar. El fiscal dijo: «A Altamirano tratamos de acusarlo porque era el único que tenía llave de la casa (en la que se supone estuvo Candela), pero en el juicio que comprobó todo lo contrario». Eso dijo el fiscal: «Entonces no lo acusamos de nada». No lo podía creer, tanto sufrimiento, aunque yo sabía que era inocente.

En su alegato, el fiscal Mario Ferrario sí acusó y pidió prisión perpetua para los otros tres acusados del juicio.

Sin embargo , el pasado 8 de mayo el Tribunal Oral en lo Criminal N° 6 de Morón absolvió al capo narco Miguel Ángel «Mameluco «Villalba» (60), al buchón policial Héctor «El Topo» Moreira (53) y al policía de la Bonaerense Sergio Chazarreta (55).

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El carpintero se siente decepcionado por la policía y la justicia.

Ferrario ya adelantó que apelará el fallo a Casación pero por ahora solo quedaron como autores del crimen Hugo Elbio Bermúdez (66) y Leonardo Jara (46), condenados en un primer juicio, en 2017.

-Altamirano, se lo ve tranquilo ¿No tiene bronca?

-¿Bronca? Mmm, no sé, lo que pasa es que no se contra quién voy a tener bronca… no sé.

-A mí se me ocurre una lista larga de gente, empezando por la Policía.

-Sí, sí, claro, pero igual yo no soy de tener bronca. Lo que tengo es decepción. Para mí un policía era lo máximo. Pensaba que si necesitaba algo tenía que recurrir a un policía. Y con esto se me vino todo abajo. Un juez o un fiscal, la Justicia, para mí eran lo máximo, pero después… incluso cuando iba a empezar el juicio yo tenía mucha desconfianza de los abogados. Cuando fui a hablar con la defensora, no fui confiado.

«Acá va a pasar lo mismo, si todos los abogados son iguales», pensaba. Sin embargo, me llevé una sorpresa con la doctora Sandra Rolón (defensora oficial). Es una excelente profesional. Hizo justo lo que tenía que hacer y demostró que yo era inocente. A mí ya me habían dicho que siempre es más difícil defender un inocente. Que para un abogado es lo más difícil que hay,

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«Todos los días me pregunto por qué estoy en esta causa», afirmó el capo narco detenido, quien dijo vivir «un calvario».

-¿Quién le dijo eso?

-Escuché decir eso a algunos abogados que saben… por la tele lo escuché. Si lo dicen ellos debe ser así.

-¿Le va a hacer juicio al Estado por lo que vivió?

-No sé, debería. Pienso que alguien… no sé. ¿A quién le reclamo todo lo que me pasó? ¿Cómo sigo? ¿Me quedo con que me estropearon la vida y ya?… No sé como sería. No soy el mismo de antes. Pero también estoy viejo para que venga alguien y me engañe y me estafe… para eso nooo, prefiero no hacer juicio.

Al carpintero lo señalaron por cuidar la casa donde habría estado cautiva Candela. Pero él solo iba a darle de comer al perro de una familia amiga. Foto Alejandro Bar.Al carpintero lo señalaron por cuidar la casa donde habría estado cautiva Candela. Pero él solo iba a darle de comer al perro de una familia amiga. Foto Alejandro Bar.-¿Cómo era antes del caso Candela?

-Yo era una persona muy alegre. Con decirle que vivía cantando, silbando, trabajando con la máquina y meta cantar… porque estaba feliz. Y cuando pasó esto no podía, hasta ahora no puedo ser el mismo.. Estoy como afuera del caso, absuelto, pero igual sufrí tanto que…

-(……..)

-Bueno, estoy tratando de vivir de nuevo. Las ganas de vivir nunca me las quitaron, pero todo lo que yo era antes fue quedando ahi. Porque me llevé una desilusión con la Justicia, el impacto fue tremendo. No lo podía creer yo. El primer día que estuve detenido me negué a declarar porque ¿qué iba a decir? Me preguntaban qué pasó. «No sé qué pasó», decía pero no me creían.

-A usted lo involucran porque tenía acceso a la casa de la calle Kiernan, donde se supone que estuvo Candela ¿Qué hacía usted allí?

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Carola Labrador, mamá de Candela, tras el fallo contra los asesinos de la nena en el primer juicioCarola Labrador, mamá de Candela, tras el fallo contra los asesinos de la nena en el primer juicio-La familia de ahí eran todos amigos nuestros. En poco tiempo fallecieron el hombre, la señora, la hija y quedó un perro ahí. Yo iba a darle de comer cuando mi mujer no podía. A mí me gustan mucho los perros. Nos comprometimos con la dueña con irle a darle de comer. Ni entrábamos a la casa.

-¿Nunca vio nada raro en esa casa?

-Noo, no no. Para mí nunca estuvo ahí la chica. Pero bueno, si la Justicia dijo que estuvo ahí, qué sé yo. Son gente que sabe más que uno, son gente que ha estudiado. Una persona ignorante como yo no puede andar contradiciendo. Pero para mí no estuvo. También se equivocaron feo conmigo. A veces pienso que se pueden equivocar… pero tanto tiempo equivocados, no sé, no sé.

Hugo Bermúdez, uno de los condenados como autor material del crimen.Hugo Bermúdez, uno de los condenados como autor material del crimen.-¿Qué le gustaría hacer ahora?

Primero Altamirano contesta casi de compromiso: «Hay tantas cosas… poder vivir tranquilo y en paz, porque fue muy difícil«. Pero se lo piensa mejor y, para cerrar la nota, decide contar, con una mezcla de ilusión y amargura, cuál es su sueño.

«Cuando yo ya era grande me fui de mi pueblo, Rincón del Pago (Goya) a buscar mi futuro, hacer mi vida y a buscar otros rumbos. Entonces unos tíos míos se hicieron carpo de mis abuelos y vendieron el campo. Mi abuelo les dio todo los papeles. Yo no me opuse porque para mí lo mas importante era que ellos estuvieran bien. Porque mi abuelo era mi ídolo, lo máximo, yo le decía papá«, cuenta Altamirano y, aunque él dice que no puede, le corren las lágrimas por las mejillas.

«El abuelo me dijo: ‘Hijo, vos tenés que seguir siempre adelante en la vida, como sea, aunque sea arrastrándote, pero siempre adelante, con la frente alta’. Por eso, lo que más desearía yo es tener dinero parta recobrar el campo que era de mi abuelo. Es allá donde me crié y donde fui feliz».

EMJ

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