Mientras en San Isidro avanza la investigación por presunta estafa contra Alejandro Muszak, CEO de la fintech Wenance detenido este lunes en una causa por 1,5 millones de dólares, del otro lado del atlántico la justicia española también tiene un ojo en los movimientos financieros de las filiales de la empresa, donde más de doscientos ahorristas reclaman por una deuda diez veces mayor.
Se trata de dos firmas que tenía el conglomerado de Wenance en España y que, según denunciaron los ahorristas, se utilizaba para sacar dinero del país con la promesa de «salvarlo del riesgo argentino» y colocarlo en un contexto más seguro para invertir.
Las firmas son Wenance Lending de España S.A. y Abuntia Services S.L. Hasta allí llegaron los ahorros de más de 200 inversores radicados en España, que habían confiado su capital a la firma de Muszak. Hay desde pequeños ahorristas que pusieron la plata que pudieron juntar en toda su vida, hasta inversores de riesgo que se vieron tentados por los rendimientos que ofrecía la firma, cercanos a un 12 por ciento anual en dólares.
Todos ellos están representados por el estudio jurídico Kepler-Karst Law Firm, que presentó en octubre del año pasado una acción colectiva con un centenar de damnificados. Esa cifra se duplicó en los últimos meses, llegando a un total de 202, los cuales reclaman 16 millones de euros.
En concreto son tres acciones: una contra Abuntia (en el Juzgado Mercantil nº 4 de Madrid), otra contra Wenance España (Juzgado Mercantil nº 17 de Madrid) y una tercera de tipo penal en la Audiencia Nacional, que se encarga de delitos complejos.
Esta última va contra Muszak y contra Pedro Viggiano, administrador y responsable legal de Abuntia. Ellos son dos de los seis detenidos por la justicia argentina esta última semana.
Este viernes, a última hora, el Juzgado N°4 dictaminó la apertura del concurso de acreedores para Abuntia y le quitó el manejo de la empresa para analizar qué pasó con el dinero.
La fintech Wenance otorgaba préstamos a personas fuera del sistema bancarioLa saga de Wenance comenzó el año pasado. La empresa se encargaba de ofrecer préstamos a personas por fuera del sistema bancario, los cuales se usaban principalmente para compra de electrodomésticos o motos. Para ellos, los financiaban tomando dinero de inversores.
Estos inversores tenían varias herramientas para ingresar el dinero, ya sea de manera legal o «sin declarar», según testificaron diversas fuentes ante Clarín. Una de ellas era la firma Créditos al Río SA. A través de esta empresa se hacía el movimiento de dinero al exterior.
Según coinciden fuentes judiciales en España y Argentina, la operatoria era la siguiente. Abuntia o Wenance España emitían títulos de deuda, que se los otorgaban a Créditos al Río. Esta parte, por su lado, se lo vende a los inversores argentinos. Con ello, los ahorristas se hacían con un pagaré que debía abonarse en España. Era una triangulación para mover el dinero al exterior.
Esta herramienta fue utilizada por muchos argentinos, de entre 35 y 45 años, que estaban en proceso para emigrar del país y lo usaban como una vía para llevarse sus ahorros al exterior. Giraban el dinero por seis meses, mientras hacían los papeles o vendían propiedades. Luego cobraban en España y arrancaban de nuevo. Muchos, incluso, giraron el dinero de esas propiedades vendidas.
«Tengo gente que se ha quedado en la calle porque esperaba ese dinero para alquilar una nueva casa en España«, ejemplifican desde Kepler-Karst.
A Muszak lo detuvieron con dinero en efectivo, una Mac y a punto de subirse a un Mercedes BenzEn octubre, Muszak había afirmado a Clarín que la denuncia de los ahorristas era un «pedido de quiebra forzoso» y que presentarían un plan de pago. Desde entonces, la firma comenzó una campaña agresiva para tratar de convencer a los inversionistas con una reestructuración de deuda que incluía una oferta de pago de 20 años, donde en la primera década se paga semestralmente hasta llegar al 25%
Según cuentan esos inversores, les enviaban mails hasta tres veces al día y los llamaban por teléfono para que acuerden firmar un nuevo mutuo y refinanciar la deuda.
La semana pasada se llevaron a cabo las audiencias de vista, donde Abuntia y Wenance España presentaron sus libros contables y la oferta que presentaban a los ahorristas para poder reestructurar la deuda. Allí surgió una primera diferencia, pues la propuesta que mostraron a la justicia era distinta a la que habían hecho a los ahorristas. Y no era la única inconsistencia.
«El objeto de la vista era saber si las empresas están o no en situación de insolvencia. Ellos plantearon que tienen un plan de reestructuración, pero lo que mostraron tenía muchísimos defectos formales y en ningún caso se acreditó que no estuvieran en causa de insolvencia», comentaron desde Kepler-Karst.
El otro punto que les llamó la atención es que tomaron fondeo «muy por encima» de los préstamos que otorgaron. «El dinero aparentemente empieza a irse hacia inversiones en compañías del mismo grupo. O vemos que existen gastos excesivos de la compañía, casi diríamos injustificados, por importes similares al fondo de lo que estaban tomando», resumen.
Según remarcaron, los balances tenían algunas situaciones particulares. Abuntia, por ejemplo, declaró que en 2021 tuvo gastos de «aprovisionamiento» por más de 65 millones de euros, un rubro que indica gastos en materia prima en el caso de industrias, pero poco preciso para una empresa que realiza préstamos y operaciones financieras.
Otro rubro señalado era el Servicios exteriores (11 millones de euros en 2021) o de Publicidad y propaganda (9 millones de euros en 2021).
A eso se suma que las empresas no habrían presentado ningún tipo de balance en el Registro Mercantil de Madrid (Equivalente a la Inspección General de Justicia argentina), y que los llevados a la audiencia judicial de visto no estaban ni firmados ni auditados.
Para los damnificados españoles las detenciones de esta semana no les cambian significativamente la ecuación, más allá de entender que es una garantía de saber que el CEO «no se va a fugar». Están más atentos a lo que pueda resolver la justicia mercantil de Madrid, que en la próxima semana debería definir si también abre el concurso para Wenance España, y qué pasos toma el administrador concursal definido para Abuntia.
Si continúa la acción penal, por otro lado, Muszak podría en algún momento ser extraditado. Pero más que verle la cara del otro lado del océano, lo que les interesa es ver dónde está la plata. La incógnita que hoy tienen todos.