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30 octubre, 2024

Juicio contra Alperovich: el terrible relato del papá de la víctima sobre cuando su hija le contó los abusos

En la mitad de la sala está el televisor. José Alperovich humea. Por momentos escupe el humo hacia la cámara que lo toma de frente, sentado en lo que parece ser un escritorio. Su cara descansa sobre su mano derecha. Su brazo, en el respaldo de una silla que tiene al costado.

Toma mate, conversa con alguien, hace comentarios. Pero sobre todo: fuma. Uno, dos, tres, cuatro cigarrillos, casi uno detrás del otro. No hace gestos y no se percibe si se enoja o si se pone colorado. Señala cada tanto haciendo un comentario a quienes tiene alrededor pero no se ve.

De este lado el juez Juan Ramos Padilla, el fiscal Sandro Abraldes, el defensor Augusto Garrido y los representantes de la querella, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman –del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación–, llevan adelante la cuarta audiencia en el juicio contra Alperovich, ex senador y ex gobernador de Tucumán.

El acusado ha decidido, con autorización del juez, no viajar a Buenos Aires para estar presente en las audiencias, que se realizan una vez por semana y que se prevé que se extenderán hasta agosto, y sólo se conecta de manera remota para escuchar a los testigos.

Este jueves es la primera vez que su defensa presenta testigos, en esta oportunidad su hija Sara Alperovich inicia la estrategia de la defensa.

La hija del acusado, Sara Alperovich, y la ex senadora Beatriz Mirkin. Foto TelamLa hija del acusado, Sara Alperovich, y la ex senadora Beatriz Mirkin. Foto TelamQuien fuera una de las figuras políticas más poderosas de Tucumán está acusado de abuso sexual agravado tras la denuncia de una sobrina –de la que se preserva la identidad– por nueve hechos de abuso cometidos entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en diferentes propiedades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, en Tucumán; y en un departamento de Puerto Madero, en Buenos Aires.

Antes de que Sara Alperovich diera su testimonio, el primer testigo de la jornada fue Daniel J.L., el papá de la víctima, de quien se preservará la identidad para resguardar a la denunciante.

Alperovich prende el primer cigarrillo de la audiencia no bien su primo empieza a declarar. Escucha algo en su celular, mira de frente pero sopla el humo y su imagen queda en la nebulosa.

«Es primo hermano mío, mi padre es hermano de su mamá. Mi padre fue padrino del señor José Jorge Alperovich, somos primos hermanos, hermanos de verdad creía yo», empieza el hombre que dice que es cirujano, productor musical y docente.

Este jueves fue la cuarta audiencia del juicio contra Alperovich, que lo siguió por Zoom. Foto Luciano Thieberger. Este jueves fue la cuarta audiencia del juicio contra Alperovich, que lo siguió por Zoom. Foto Luciano Thieberger. «Una mañana mi hija me sentó en un bar que estaba cerca de casa y, después de haberla visto un tiempo prolongado inestable emocionalmente, delgada, un tiempo en que no era Florencia, me dijo: ‘papá necesito hablar con vos’. Y me contó, me cuesta decirlo, soy el papá. Me contó dentro de lo que una hija le puede contar al padre porque cada palabra me perforaba el pecho, el alma y el corazón», dijo en relación a cuándo la joven le confió los abusos de los que había sido víctima.

«Le dije ‘hija yo estoy para lo que vos quieras’. Sabía el punto de lo que me estaba contando, le pedí que no me contara más pero le dije que la iba a acompañar». describió en relación a su primera reacción al enterarse de la denuncia.

«Me dijo ‘Papá me acosaron, papá me violaron’, y yo le pregunté, ¿cómo violaron si es mi primo?«, recordó angustiado.

La defensa de Alperovich presentó testigos por primera vez en el juicio. Foto Luciano ThiebergerLa defensa de Alperovich presentó testigos por primera vez en el juicio. Foto Luciano ThiebergerAlperovich tomó el primer mate del día, extendió el brazo sobre la silla y escuchó a su primo. «Jugábamos a la pelota juntos, tocábamos el timbre y corríamos juntos, cómo me podía esperar algo así», describió sobre el vínculo que los unía.

Respecto de lo que ocurrió luego de que realizaran la denuncia, el cirujano contó: «Mi hija se fue a vivir a mi casa después de la denuncia porque me necesitaba cerca. Yo también tuve pánico, no dormía, la pasé muy mal pero tenía un propósito, que era salvar a mi hija y lo logré, señor juez».

Respecto de la joven, que trabajó en la campaña 2019, en la que José Alperovich intentó recuperar la gobernación de Tucumán y perdió contra José Manzur, describió que: «Temblaba, no dormía, no comía, había perdido 10 kilos. Se despertaba con sobresaltos y ataques de llanto, yo tenía que ir a agarrarla y contenerla como cuando tenía dos años, volvimos a tener una niña, porque era lo que mi hija necesitaba».

El fiscal Sandro Abraldes, el defensor Augusto Garrido y los representantes de la querella, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman. Foto Luciano ThiebergerEl fiscal Sandro Abraldes, el defensor Augusto Garrido y los representantes de la querella, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman. Foto Luciano ThiebergerEn relación a su primo, con quien dejó de tener relación después de la denuncia, negó tener algo que decirle: «No tengo nada. Sólo quiero ver a mi hija sana, psíquica y físicamente. Para él no tengo nada».

La víctima sólo se presentó durante la primera audiencia en la que declaró sobre los episodios de abuso y las situaciones a las que era sometida durante su trabajo en el equipo de campaña. Hasta ahora habían declarado amigas y familiares de la denunciante que brindaron un relato pormenorizado del deterioro físico y emocional que notaron durante el tiempo en el que habrían ocurrido los abusos.

«El impacto que tuvo esto, espero que nunca en la vida tengan que vivir una situación como esta, pero cuando la vida te pega no te pregunta. Nunca esperé que a mi hija le pasara algo así y, si me lo hubiera esperado, de cualquier otra persona menos de la que me pasó», cerró su declaración el papá de la víctima.

«Destruyó su carrera política»

Sara Alperovich fue la primera testigo de la defensa. La hija del ex senador fue además legisladora en Tucumán y funcionaria durante la gestión de su padre. Además, según su relato, era amiga de la denunciante y trabajaron juntas durante la campaña electoral durante la que habrían ocurrido los abusos denunciados.

El juez Juan Ramos Padilla durante la cuarta audiencia por el juicio contra Alperovich. Foto Luciano ThiebergerEl juez Juan Ramos Padilla durante la cuarta audiencia por el juicio contra Alperovich. Foto Luciano Thieberger«Yo lo que siempre vi es que entre Florencia y mi papá había muy buena relación, de mucha confianza», repasó la hija de Alperovich.

Reconoció, además, haber tenido «muchas diferencias» con la joven por la forma en la que manejaba la campaña y el rol que había adquirido dentro del equipo.

Hasta ahora, la fiscalía presentó varios testigos que hicieron referencia –a través de relatos coincidentes– sobre el deterioro físico y emocional durante ese periodo de tiempo.

La testigo de la defensa basó su relato en un vínculo amoroso que la denunciante habría tenido con un concejal de San Miguel de Tucumán que, en ese momento, formaba parte del espacio político de Alperovich.

«A él lo conocía de chiquita porque tiene la edad de mi hermano mayor y siempre estuvo metido en la familia. Mi papá siempre lo ayudó, después siguió avanzando en su carrera política. Ella estaba muy contenta con la relación, me contó cuando ya hacía un año que estaban juntos», repasó Sara.

Las preguntas del abogado defensor se centralizaron en este vínculo de pareja y en lo que la denunciante le contaba a la hija de Alperovich. Según su versión, «ella era víctima de un noviazgo violento».

«Le hacía muchas escenas de celos. Ella usaba jean con zapatillas y remera corta y de pronto se ponía un buzo en la cola porque él no dejaba que mostrara», ejemplificó.

«Ella lo justificaba, minimizaba los maltratos. Me decía ‘él quiere que sea una ama de casa, yo quiero trabajar, él me apaga las alegrías’. Además recibía amenazas y hostigamiento de la esposa de este hombre», repasó la mujer, que durante este periodo de tiempo estaba embarazada de mellizos y que reconoció haberse sentido «identificada con lo que le pasaba» porque también había sido víctima de violencia con una pareja anterior.

Las fechas proporcionadas por la testigo coinciden con el periodo de tiempo en el que la joven denunció que ocurrieron los abusos de Alperovich. También reconoció haber notado el deterioro físico de la denunciante pero lo adjudicó exclusivamente al vínculo violento con este joven.

A pesar de que «estaba convencida», según su testimonio, que la joven era víctima de violencia de género por parte de un integrante del espacio político al que pertenecían, confirmó que no hubo sanciones y que no fue apartado porque se trataba de «algo privado entre ellos».

Respecto de la denuncia que se concretó en 2019, la vinculó con «algo político».

«No puede mentir tanto una persona, ella me contaba todo lo que le pasaba, nos habíamos hecho muy amigas, yo estoy convencida de que David M. le comió la cabeza, por eso no podía seguir más y terminó renunciando», declaró.

La víctima renunició para inicios de 2019 al equipo de campaña y dijo que «no tenía cabeza» para «dar todo», pero «el run run, los rumores» ya hablaban sobre la posibilidad de la denuncia de la joven. Aunque Sara Alperovich dijo «desconocer» de qué se trataban porque ella «no se deja llevar por rumores».

Además hizo referencia a dos elementos que sostienen, para ella, que se trató de «una gran campaña política contra» los Alperovich.

«Ella hace la denuncia el 25 de noviembre, el día de la no violencia contra la mujer. Cuando pasó eso dije: esto es política», especuló Sara Alperovich en referencia al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer cuando se conoció, a través de un comunicado, la denuncia formal de la víctima.

«Todos podemos tener errores, pero vivir un infierno así no lo imaginamos nunca. Yo no sabía nada, en ese momento pensé que estaba mintiendo. No sabía qué había denunciado, pero lo hizo un día imposible de olvidar, sabíamos que venía con una carga política. Una chica normal no va a denunciar en una fecha así», especuló.

Además, sumó a sus «dudas» que la presunta pareja de la joven denunciante subió a sus redes sociales una foto con «un enemigo político» de Alperovich. Y que eso habría originado la denuncia.

«Esto nos destrozó la vida a todos, estamos viviendo una pesadilla. Hoy cuando te denuncian ya sos culpable. Al ser una familia que viene de la política tuvimos muchas cosas ingratas, gente que no quería a mi papá, pero te rompe el corazón que una persona como mi viejo, que le podía dar a Tucumán un montón de oportunidades, esté acá», cerró la mujer.

MG

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