Una invocación salvadora. La del nombre de Lionel Messi como talismán verbal para gambetear la amenaza cierta ante una organización terrorista que el 7 de octubre en Israel torturó, mató y secuestró a cientos de civiles.
La protagonista de la historia es Ester Cunio, una mujer argentina de 90 años que ese día estaba en su hogar en el kibutz Nir Oz, uno de los tantos atacados por Hamas en su violenta incursión en suelo israelí.
Cuando dos integrantes de la organización palestina golpearon primero la puerta y después ingresaron armados a su casa, preguntándole por los restantes miembros de su familia, Ester se encontró con la barrera idiomática y el peligro cierto para su vida.
«No me hables, porque yo tu idioma no lo sé. El árabe. Y yo el hebreo lo hablo mal. Yo hablo en argentino, en castellano», les dijo.
«http://www.clarin.com/»¿Y qué es Argentina?’, me responde. Entonces le digo: ¿vos mirás fútbol? Entonces me dice ‘si, fútbol. Me gusta’», continuó el diálogo.
«Entonces le digo: yo soy de donde es Messi. Y me contesta ‘¿Messi? A mi me gusta Messi’. Y me agarró del brazo, me dio el revólver, la escopeta, me puso la mano y nos sacaron una foto.», contó la mujer.
Y sin hacer más preguntas, los terroristas se fueron.
El testimonio de Ester se conoció en redes y rápidamente se viralizó el mismo día en que se cumplen cinco meses del ataque de Hamas a Israel. Forma parte de un documental en español, «Voces del 7 de octubre. Historias de supervivencia de latinos», que detalla la masacre en boca de latinos israelíes y fue producido por la organización Fuente Latina.
Sobre el final de su relato, Ester deja un pedido para el astro del fútbol que levantó la Copa del Mundo en Qatar 2022. «Por él me salvé», dice la abuela, y le pide al futbolista que interceda por sus dos nietos que aún permanecen secuestrados en manos de Hamas junto a un número indeterminado de otros rehenes.
«Que trate de sacarlos», suplica la abuela, conmovida por el destino incierto de sus nietos.
Ese 7 de octubre, unos 1.200 israelíes fueron asesinados por los terroristas y alrededor de 200 fueron secuestrados y trasladados a Gaza. La represalia israelí contra territorio palestino ha dejado hasta el momento casi 31.000 muertos en la Franja y decenas de miles de desplazados.