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29 octubre, 2024

Milei abrió un nuevo frente de guerra, esta vez con una estrella pop, Lali Espósito

Javier Milei abrió un nuevo e insólito frente de guerra retórica en Argentina. No se trata esta vez del «colectivismo» o los comunistas imaginarios que protestan en las calles contra su programa de choque. Tampoco el papa Francisco, con quien parece haber hecho las paces. El presidente ha convertido a la actriz y cantante pop Lali Espósito en blanco de su ira, al punto de que el colectivo Ni Una Menos y otras organizaciones feministas salieron a repudiar «esa forma de impotencia del poder que solo sabe ser violento y patriarcal mientras hace el ajuste más inhumano que recordemos».

Espósito, una de las protagonistas de la serie ‘Sky rojo’, había expresado su estupor por el ascenso de Milei que lo llevó a ganar las elecciones. Desde ese momento, quedó en la mira de la ultraderecha en las redes sociales. Milei no hizo más que seguir esa corriente. Días atrás puso su caso como un ejemplo de un despilfarro de los recursos públicos. «Si eres un parásito que vivió chupando de la teta del Estado, estás en problemas y, si encima tus opiniones están en línea a un espacio político que te pagó las presentaciones, sos un mecanismo de propaganda, no eres una artista». El financiamiento de actividades culturales y festivales al aire libre, que ha sido frecuente durante las administraciones peronistas, es para la ultraderecha una erogación superflua. «Esto que somos los argentinos, esta unión que genera el arte, la música, la cultura, nadie nos lo va a sacar jamás», respondió durante un multitudinario concierto en la provincia de Córdoba. Luego dedicó su canción «¿Quiénes son?», a los «antipatria».

 Tras regresar de su gira por Israel y el Vaticano, el mandatario embistió contra la autora de «Obsesión» y la llamó «Lali depósito» por haber sido contratada por el Estado durante el Gobierno anterior. «Cobró 350.000 dólares», aseguró y, de esta manera, le ha robado «un plato de comida» a los niños que necesitan la asistencia social. Pero, además, aseguró que «la gran cantante» es una simuladora porque hace playback sobre el escenario.

Rechazo de artistas e intelectuales

Para Gabriela Cabezón Cámara, autora de la reconocida novela ‘Las niñas del naranjel’, «que un presidente persiga a una artista es un delirio». Su colega Claudia Piñeiro habló de un «fascismo en el siglo XXI«. Ricardo Mollo, el líder de Divididos, uno de los grupos de rock más importantes de este país aludió a las penurias que atraviesa la sociedad y la búsqueda de chivos expiatorios por parte de Milei. «No somos el problema socioeconómico de este, nuestro país«, dijo en su cuenta de X y la acompañó con una foto de Espósito cantando el himno argentino durante uno de los partidos del Mundial de Qatar 2022. «Apoyamos a nuestra compañera @lalioficial ante el hostigamiento de parte del presidente. La violencia institucional hacia representantes culturales y referentes sociales busca silenciar las voces que se alzan contra la misoginia y el hambre«.

Hasta Carolina Píparo, candidata a gobernadora bonaerense de La Libertad Avanza, el partido oficial, salió en defensa de la cantante. «Personalizar y atacar a una artista por decisiones que tomaron otros políticos es erróneo. Personalizar y atacar a una artista desde el poder del Estado es asimétrico».

«Marxismo cultural»

La ultraderecha se ha enfrentado desde el inicio del Gobierno con los artistas e intelectuales casi en su conjunto por su decisión de cerrar el Instituto de Cine, el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional de Teatro al considerar que son usinas de «socialismo» y «marxismo cultural». La elección de Espósito, una cantante con un auditorio juvenil y bajos niveles de politización, como objeto del escarnio no tiene precedentes en 40 años de democracia. «¿Quién empezó con esto? ¿Yo? Ella empezó», aseguró Milei después de recibir las críticas. «¿Me puedes agredir y no se puede contestar? ¿Quieres jugar conmigo? Te voy a contestar, no me voy a quedar callado».

Con casi dos décadas de carrera, Espósito se inició en las series televisivas infantiles. Más tarde se convirtió en una estrella del universo ‘teen’. Pasó por el teatro y el cine. La música le dio más relevancia global. Ha editado cinco discos. Lo que nunca esperaba era polemizar con una autoridad ejecutiva. «Mi nombre es Mariana Espósito, Nací en Parque Patricios, en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Tengo 32 años y trabajo hace 22», le hizo saber a través de una larga carta publicada en X. «Además de desarrollarme como artista, pude hacerlo como productora en ficción y darle trabajo a mucha gente, entiendo que imagina el orgullo que representa. No lo quiero aburrir. Lo que quería decirle es que no conozco otra cosa que no sea trabajar».

Espósito reconoció que participó de «varios shows municipales de todos los Gobiernos», contrataciones que, sugirió, no le avergüenzan. «La cultura no solo genera muchísimo trabajo, sino que construye y narra la identidad de un pueblo y, sobre todo, genera alegría y emoción». La estrella pop lamentó en ese sentido que Milei la ataque sobre la base de difamaciones que circulan en las redes sociales. «Respeto, aunque no comparto, que su plan dé la espalda o no priorice a la cultura, pero creo que la demonización de una industria y de las personas que la conforman no es el camino, siento que la asimetría de poder entre Ud. y los que ataca por pensar distinto y la información falsa vuelve a su discurso injusto y violento».

Ella reconoció la legitimidad política de un presidente que ganó un segundo turno electoral con el 56% de los votos. «Usted es el capitán de un barco en el que viajamos todos, los que lo votaron y los que no, y por eso deseo que el camino que elija lleve a todos a un mejor lugar. No creo en el camino sea la falta de respeto y la descalificación sin sentido». Por último, lo invitó a su próximo concierto.

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