Chen Jinping, un ciudadano de 60 años residente de Nueva York, se declaró culpable de conspirar para actuar como agente ilegal del gobierno de la República Popular China, en relación con la apertura y operación de una estación de policía clandestina en Manhattan para el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) de China.
El 5 de enero de 2025, la declaración de culpabilidad de Chen fue anunciada por las autoridades estadounidenses en sus redes, quienes lo acusaron de actuar bajo la dirección del MSP para establecer la primera estación de policía conocida en Estados Unidos.
Chen y su coacusado, Lu Jianwang, trabajaron juntos para abrir esta estación clandestina en un edificio de oficinas en Chinatown, Manhattan, sin informar al gobierno estadounidense de sus actividades. La estación de policía operaba en secreto como parte de una estrategia para expandir la influencia del gobierno chino en territorio estadounidense.
| La Derecha Diario
Lu, de 59 años, es acusado de hostigar fuertemente a un fugitivo que escapó del régimen de Xi a regresar a China. También está acusado de intentar localizar a un activista opositor a Xi para el Partido Comunista Chino (PCC).
El FBI descubrió la estación en octubre de 2022 durante una operación de búsqueda autorizada judicialmente, interviniendo los teléfonos de los acusados, donde encontraron comunicaciones borradas entre Chen, Lu y un oficial del MSP. Los acusados admitieron que eliminaron estos mensajes para obstruir la investigación federal.
La acción de Chen ha sido calificada como una violación grave de la soberanía de Estados Unidos, al permitir que el gobierno chino extendiera su poder represivo en territorio estadounidense, amenazando y persiguiendo a quienes se oponen al régimen comunista de China.
| La Derecha Diario
Las autoridades estadounidenses han subrayado que no tolerarán este tipo de violaciones en su suelo y continuarán protegiendo los derechos de las personas, que están siendo gravemente socavados por parte de la gran influencia oriental y progresista.
Chen enfrenta una pena máxima de cinco años de prisión, aunque el cargo de obstrucción de la justicia será desestimado como parte de su acuerdo de culpabilidad.
Por otro lado, su coacusado, Lu, aún enfrenta juicio, debido a que ha negado los cargos en su contra. Este caso resalta las crecientes preocupaciones sobre la represión transnacional china y la influencia extranjera sobre comunidades en los Estados Unidos.
Los Estados Unidos no han sido el único país víctima de estas estaciones paralelas operadas por agentes del gobierno chino. Alrededor de 100 estaciones se han reportado en más de 53 países, sin embargo el régimen chino alega desconocer estas operaciones.
| La Derecha Diario